La intolerancia a la lactosa se produce cuando el organismo no es capaz de digerir el azúcar de la leche. Ese azúcar, llamado lactosa, está presente en la leche humana, en la de vaca y en la de cabra. Para poder digerirlo el intestino necesita una ezima llamada lactasa y si esta es deficiente, se produce la intolerancia. Los síntomas más comunes son la pesadez, el dolor abdominal, los gases o la diarrea. Por eso, las personas que la sufren tienen que evitar el consumo de productos con lactosa en la medida de lo posible.
Sin embargo, esos alimentos son la principal fuente de calcio, por lo que es necesario conocer las alternativas para poder obtener la dosis diaria necesaria, especialmente durante el embarazo. Como puedes ver en la galería, la leche y sus derivados son alimentos recomendados en esa etapa, de hecho las cantidades necesarias de calcio al día son mayores durante la gestación: 800 mg en el primer trimestre y 1.400 mg en el segundo. Esto es así porque el calcio es primordial para la construcción de los huesos y si se produce una carencia, se pueden ver afectados los dientes y los huesos tanto de la madre como el bebé.
Pero, ¡no te preocupes! Existen opciones para los intolerantes: los productos sin lactosa y otros alimentos con calcio serán tus aliados. Sigue leyendo y descubre qué pasos debes seguir para cubrir tus necesidades de calcio durante el embarazo.
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