Todo comenzó el día en que Jordan Smith, cliente del restaurante Maria en Wiston-Salem, pidió su cena. Acostumbrado a bendecir la mesa, se vio recompensado con un descuento en la factura de un 15% cuando terminó de comer.
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Sorprendido por la experiencia, acudió a la radio para hablar de lo que le había pasado. Poco después, la noticia se hacía viral en las redes sociales y comenzaban los comentarios a favor y en contra. Representando a estos últimos, la Fundación Libertad Religiosa envió una carta a la propietaria del establecimiento para que retirase el descuento, ya que éste podía estar vulnerando una ley estadounidense dictada para acabar con la discriminación religiosa y racial. Y es que, de acuerdo a esta norma, los descuentos deberían ofrecerse a todo el mundo, sin tener en cuenta la religión, la raza o nacionalidad del comensal.
La propietaria del restaurante, abrumada por la viralidad de la noticia, finalmente decidió retirar el descuento de las facturas.
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