A la fiesta no quisieron faltar celebridades como Mar Flores, espectacular enfundada en un vestido rojo valentino firmado por el diseñador Alvarno, Carmen Lomana, Norma Duval o una nerviosa y algo distante Maribel Verdú, que se convertía un año más en la embajadora nacional de la marca de perfumes francesa.
Sin embargo, la mujer a la que todos esperaban se llama Olivia Palermo. Para los que no la conozcan, es hija de un importante promotor inmobiliario neoyorquino y protagonista de un reality show estadounidense, pero si por algo destaca es por su elegancia y su saber vestir. No falta en ninguno de los front row de los grandes diseñadores y su estilo es alabado en medio mundo. Además, su belleza natural le ayuda a ser imagen publicitaria de grandes marcas.
Por ello, no es extraño que al llegar a la fiesta todos gritasen su nombre. No es la primera vez que viene a España, ya ha trabajado como imagen de Mango, por ello Madrid y Barcelona son ciudades que ya conoce a la perfección, aunque confiesa que sólo ha venido por trabajo, nada de vacaciones. Sin embargo, le encanta este país, “siempre me reciben con los brazos abiertos” confesaba en declaraciones a enfemenino.com.
Ella, lejos de la típica contestación del extranjero que pasa por aquí, evita decir que lo que más le gusta de España es la comida y su gente. Olivia ve en la moda española lo más bonito de nuestro país. Además, ante la pregunta de qué le parecen los hombres españoles ella, amable y cariñosa, contesta: “sólo conozco a los jugadores de fútbol, pero me quedo con mi novio alemán”.
@AlbaGSalas
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