"Eres una anoréxica". "Deberías comerte una hamburguesa". "Estás demasiado delgada". "Deja de perder peso y empieza a comer carne". Imagina que alguien te hiciese este tipo de comentarios sobre tu físico cada vez que subieses una foto a Instagram. Aunque intentases ignorarlos, probablemente te cabrearías y tendrías muchas ganas de mandar a paseo (por decirlo suavemente) a todos tus haters.
Es lo que le ha ocurrido a la actriz Ruby Rose (Stella Carlin en la serie Orange is The New Black) después de subir a sus redes sociales una imagen en la que aparecía posando con unos pantalones, un top corto y una blazer, una fotografía realizada después del Vogue Fund Fashion Show. Tras publicarla, ocurrió lo que ocurre cuando la gente se cree con el derecho a opinar sobre la vida de los demás: no tardaron en llegar comentarios negativos metiéndose con el físico de la actriz, llamándola anoréxica (como si fuese un insulto y no una enfermedad) e incluso dándole consejos de alimentación.
Sobra decir que Ruby Rose no tenía por qué justificarse ni dar ninguna explicación, pero decidió compartir su opinión a través de Instagram Stories para poner un puntito en la boca a aquellos que ponían en duda su salud:
Me cabrea mucho el Body Shaming. Es muy frustrante. No porque me importe lo que alguien piense de mi cuerpo. Me encanta mi cuerpo cuando no trabajo y estoy relajada, también cuando entreno duro y me siento fuerte. Pero odio que este tema preocupe a los fans. Lo odio porque no tiene lógica, simplemente son personas que proyectan su experiencia y expectativas en otras.
Como mucha comida (ni siquiera me creo que tenga que escribir esta frase). No bebo alcohol ni tomo productos procesados, ni como carne, ni lácteos. Soy vegetariana y estúpidamente sana. He entrenado mi culo para tres películas de acción, antes boxeaba. Mi cuerpo es mi cuerpo y cambia dependiendo de cómo lo entrene. Fin.
Algunos me decís que estaba mejor antes, cuando tenía 20 años y pesaba más... Aquella época, para mi salud, fue en realidad horrible. Bebía todos los días, comía comida basura a diario e iba a comprar a McDonalds a las cuatro de la mañana. Tuve SIBO (Sobrecrecimiento bacteriano intestinal), algo que no supe hasta pasado el año y que no traté porque estaba deprimida, probablemente porque alimentaba mi cuerpo con veneno. Sé que antes, aunque pesaba más, no estaba tan sana como lo estoy ahora. Antes enfermaba cada mes, tenía pulmonías e infecciones de pecho. Ahora, si me pongo mala, solo es una vez al año.
Así que, por favor, cuidad vuestro cuerpo, vuestra mente y vuestra alma, y dejad de juzgar a los demás.
© Getty
A ver si nos queda claro de una vez que el físico no lo es todo, que tener una buena o mala salud no depende siempre de los kilos que pesemos. Y sobre todo, que no somos quién para juzgar a los demás y mucho menos para hacerles sentir mal por su cuerpo.
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