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¿Cansada de dietas milagro? Las10 claves de la dieta hipocalórica

por Elvira Sáez ,
¿Cansada de dietas milagro? Las10 claves de la dieta hipocalórica© iStock

La mala fama de las dietas se debe a un sinfín de propuestas milagrosas y surrealistas que prometen resultados instantáneos sin apenas esfuerzo. ¡No os dejéis engañar! Si buscáis una manera fiable de deshaceros de los kilos de más, probad esta dieta avalada por multitud de expertos, pues combina una alimentación saludable con la practica de ejercicio. ¿Se os ocurre una forma mejor de recuperar vuestra línea?

Índice
  1. · Ten en cuenta los alimentos básicos de esta dieta
  2. · Realiza cinco comidas al día
  3. · Comienza el día con un desayuno rico en carbohidratos
  4. · Aprovecha todos los beneficios de la fruta
  5. · A media mañana, opta por un almuerzo saludable
  6. · La cena debe de ser más ligera que el almuerzo
  7. · Es preferible cocinar la comida por hervor, al vapor y a la plancha
  8. · Beber agua es la mejor manera de eliminar toxinas
  9. · Reduce el consumo de sal
  10. · Plantéate una rutina de ejercicio

El estresante ritmo de vida que llevamos a menudo hace que no podamos cumplir con aspectos tan importantes en nuestra vida como el hecho de compaginar una alimentación saludable y equilibrada con algo de ejercicio. Dicen que las prisas son malas consejeras, pues pueden llegar a convertirse en el factor determinante a la hora de controlar nuestro peso. Por ello, es muy importante prestar la atención que merece nuestro posible sobrepeso, para prevenir los riesgos que puede conllevar para nuestra salud y, ante todo, para sentiros mejor con nosotras mismas. ¿Os animáis a probar la dieta hipocalórica? Solo tendréis que seguir estos diez sencillos pasos, ¡atentas!

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1. Ten en cuenta los alimentos básicos de esta dieta

Los alimentos que deben estar presentes en la dieta hipocalórica son: hortalizas, carnes magras, pescados, frutas, lácteos desnatados y huevos. Por otro lado, deberéis de controlar el consumo de los hidratos de carbono complejos, como arroces, pasta, pan y patatas, ingiriéndolos en cantidades reducidas. Finalmente, podréis comer legumbres con frecuencia semanal.

2. Realiza cinco comidas al día

Son muchos los expertos que recomiendan realizar cinco comidas a lo largo del día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Ninguna de ellas ha de ser muy copiosa, pues de lo que se trata es de comer más veces al día, pero ingiriendo menos cantidad. ¡No debes evitar ni saltarte ninguna de estas comidas! Pues todas ellas son igual de importantes y te ayudarán a controlar tu apetito y la ansiedad.

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3. Comienza el día con un desayuno rico en carbohidratos

Es una de las comidas más importantes del día, ya que es la ingesta que pone en marcha nuestro organismo y la que nos aportará las calorías necesarias para comenzar la jornada. Para beber, puedes optar por un café solo, leche desnatada o infusiones sin azúcar. Además, es recomendable que en esta comida nunca falte una pieza de fruta y alimentos ricos en carbohidratos, como el pan, las galletas, las tostadas o los cereales.

4. Aprovecha todos los beneficios de la fruta

Además de estar deliciosa, forma parte de los alimentos con mayor cantidad de nutrientes y sustancias naturales altamente beneficiosas para la salud. Todo ello es posible gracias a las sustancias protectoras y antioxidantes naturales que posee. Con la dieta hipocalórica podrás ingerir varias piezas de fruta al día, siempre que no se trate de las frutas hipercalóricas como las uvas, la chirimoya, el plátano o los higos.

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5. A media mañana, opta por un almuerzo saludable

Llegada esta hora del día, en la que nos entra el famosos "gusanillo", deberemos habituar a nuestro organismo a no demandar bollería o esos snacks saladitos que tanto nos gustan. Una buena alternativa puede ser optar por una pieza de fruta, un yogur desnatado con una cucharadita de avena, o bien una infusión sin azúcar.
Tanto el almuerzo como la cena, deben estar formados por vegetales y algún alimento rico en proteínas, como carnes magras, pescados o huevos. A modo de postre se puede agregar un yogur desnatado o una gelatina dietética.

Los hidratos complejos: arroz, pasta, patata y pan, deben consumirse con una frecuencia semanal. Siempre en el almuerzo y no en la cena.

6. La cena debe de ser más ligera que el almuerzo

En las últimas horas del día, el metabolismo trabaja de manera más lenta, de manera que las calorías que consumas en ese momento se acumularán como reservas de grasa. Por este motivo, ¡hay que cambiar el chip! y optar por los vegetales y por algún alimento rico en proteínas, como las carnes magras, el pescado y los huevos. De postre puedes tomar un yogur desnatado o una gelatina dietética, ¡elige el sabor que más te guste!

Eso si, por la noche deberéis de olvidaros de los alimentos que contengan hidratos complejos, tales como arroz, pasta, patata y pan.

7. Es preferible cocinar la comida por hervor, al vapor y a la plancha

Olvídate de las frituras, los rehogados, y los alimentos pasados por aceite, mantequilla o grasa. Es preferible que cocines por hervor, al vapor, o recurriendo a la plancha o parrilla para, de esta manera, conservar y aprovechar el jugo del propio alimento.

8. Beber agua es la mejor manera de eliminar toxinas

El agua es uno de los elementos esenciales para nuestro bienestar. Lo cierto es que, tanto si estás a dieta como si no, es muy importante mantenerte hidratada bebiendo entre 1,5 y 2 litros de agua al día. A simple vista quizás parezca demasiado, pero una vez que te pones manos a la obra no es una cantidad tan desorbitada, pues cuanta más agua bebas, más toxinas eliminarás de tu organismo. Compensa bastante, ¿no creéis?

9. Reduce el consumo de sal

La sal, al igual que el azúcar, tiene un cierto efecto adictivo pues, al cabo de los años, el cuerpo nos va demandando un poquito más de sal en nuestros platos, para que nos resulten más sabrosos. Sin embargo, has de tener en cuenta que el gusto por la sal es algo adquirido y, por ello, es posible modificarlo. Así que cuanto antes empieces a mermar la cantidad de sal, antes encontrarás todo el sabor que te ofrecen los alimentos. De esta manera, lograrás además prevenir la retención de líquidos.

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10. Plantéate una rutina de ejercicio

La actividad física siempre es una buena opción no solo para bajar peso, sino para sentirte activa, no oxidarte y despejar la mente de todas las preocupaciones de la vida diaria. Reservar una pequeña parte del día para salir a andar, iniciarte en el running o coger la bicicleta, son algunas ideas que pueden ayudarte a dar el primer paso para huir de la rutina y sentirte mejor contigo misma.

Elvira Sáez
Elvira Sáez es redactora en enfemenino. Se graduó en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y pronto inició su andadura profesional en los medios digitales. Se ha especializado en …
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