Puede no parecer publicidad tradicional. De hecho, algunos famosos no necesitan ni decir el nombre de la marca. Sin embargo, están cobrando por esa fotografía mucho más de lo que podemos imaginar. Las redes sociales se han convertido para muchos en una potente empresa que ha permitido que a algunos no les haga falta ni traba
Anunciar una crema, unas gafas o la última prenda de una marca son los argumentos más utilizados por los famosos. De hecho, son ellas las que mejor se han adaptado a este nuevo medio a la hora de anunciar ciertos productos. Además de poder conseguirlos gratis, supone una importante suma de dinero a final de mes por el simple hecho de subir una fotografía.
Lo primero que tienen que tener claro es que deben conseguir seguidores. Hay muchos famosos que no consiguen seguidores de la nada. Otros no necesitan ni anunciar que han decidido abrirse una cuenta. Por eso las primeras imágenes de algunos famosos suben la temperatura de las redes sociales con el fin de llamar la atención y conseguir seguidores que luego harán que las marcas paguen más por su publicidad.
© Instagram
Hay países como Reino Unido en los que los famosos tienen que anunciar a sus seguidores que están haciendo publicidad y están cobrando por esa fotografía cierta cantidad de dinero. Sin embargo, en España esto no está regulado y por eso los famosos pueden hacer publicidad de forma constante sin llamar la atención de sus fieles seguidores.
En España, una de las personas que mejor cotiza en redes sociales es Paula Echevarría. La actriz cuenta con casi 2 millones de seguidores en Instagram y estaría cobrando unos 100.000 euros al año sólo por este trabajo. Y ella se lo toma muy en serio. No hay día que no utilice Instagram y casi todas sus fotos cuentan con un elemento promocional. Y es que la actriz tiene varios acuerdos con varias marcas y cobra por el simple hecho de aparecer en una imagen con unas gafas de sol.
LETTER
La razón de que las marcas hayan decidido invertir en este tipo de publicidad menos invasiva es porque los usuarios que siguen a sus famosos favoritos corren a comprar la última prenda o el último look con el que ha aparecido su ídolo. El simple hecho de aparecer en Instagram con una sudadera puede hacer que esta prenda se agote al día siguiente en las tiendas. No es un mal negocio para los famosos ni para las marcas.
