Después de los numerosos escándalos en los que se ha visto envuelta la Familia Real a lo largo del último año, Doña Sofía ha dejado clara una cosa: la familia es lo primero. Más allá de los actos reprochables o no que hayan cometido sus seres más cercanos, la reina quiere estar con los suyos. Así, ayer aparecía acompañada de sus dos hijas, las Infantas Cristina y Elena, y de todos sus nietos para acompañar a los más pequeños a sus nuevas clases de vela en Mallorca.
Allí, pudimos verla luciendo un complemento de lo más familiar que asombró y agradó a los numerosos medios que ansiaban la llegada a la isla de parte de la familia Borbón. El complemento en cuestión era un bolso en tono azul cielo y crema que llevaba impreso en un lateral la cara de sus cuatro nietos y en el lateral opuesto, la de sus cuatro nietas, que sorprendió a críticos de moda y estilo. "¡Qué horterada!", se escucha todavía en la redacción de moda y belleza.
Lo cierto es que el bolso es hortera lo mires por donde lo mires,pero más allá de esa estética mezclada con cierto aire de catetismo, resulta muy tierno y familiar. La reina Sofía siempre ha demostrado que más allá del título que posea, ella es igual de madre y abuela que cualquiera y que, por tanto, defenderá y protegerá a los suyos por encima de cualquier protocolo. Tal vez, quiera hablar sin soltar una sola palabra.
Aunque lejos de este desafortunado complemento, la reina siempre ha acertado en sus estilimos y sus looks en todo tipo de com parecencias públicas, siendo una de las monarcas más elegantes y bellas de toda Europa. ¡Un fallo lo tiene cualquiera!
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