Es una pérdida de glamour instantánea. Las estrellas de Hollywood lucen perfectas cuando pisan la alfombra roja con su tazonazo y su vestido de marca. Los focos parpadean de tanto brillo. Los flashes no paran. Parece que las actrices de Hollywood tienen un halo especial. Pero sólo se tienen que apagar las luces para que todo cambie.
Las estrellas no saben lucir el mismo buen gusto por la moda cuando van de andar por casa, cuando pasean por la calle, cuando van a hacer la compra, a hacer deporte o cuando se dirigen al aeropuerto. No es algo que ocurre en todo el mundo, ya que las actrices españolas se cuidan mucho más de forma personal.
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Sin embargo, en Hollywood parece un virus que se va expandiendo poco a poco. Un día pueden lucir un Oscar de la Renta y a la mañana siguiente un chandal de mercadillo. Estamos acostumbrados a ver a Jennifer Lawrence que las mejores galas en las premiere de Los juegos del hambre por todo el mundo. La actriz pierde todo el glamour cuando sale de la alfombra roja.
Tal vez lo hacen para no ser perseguidos por los fotógrafos o para que los ciudadanos de a pie no les vayan pidiendo fotos cada cinco segundos. Tal vez es que tienen una vida mucho más agobiante que las estrellas españolas y por eso tienen que esconderse bajo unas gafas, un gorro y una bufanda. Pero no se preocupan para que sus prendas queden conjuntadas.
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Pero quizá son las cantantes las que más asombran con sus espectaculares modelitos inalcanzables para el resto de humanos. Da igual que sea verano o invierno. Ellas siempre lucen poca ropa. Como ejemplos, Rihanna, medio desnuda allá donde va, y Beyoncé, una irreconocible amante de la ropa deportiva.
