La 23ª edición de la gala de los British Fashion Awards arrancaba anoche con el habitual goteo de celebrities propio de un evento de estas características, entre las que no faltaron las chicas más esperadas de la noche: las it girls. Kate Moss, que recibía un premio honorífico a sus 25 años de carrera, Alexa Chung y Suki Waterhouse acaparaban todos los flases, aunque hubo dos grandes ausencias, la modelo Cara Delevingne y la diseñadora Victoria Beckham, que estaba nominada en dos categorías.
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Los galardonados ya se conocían con anterioridad, por lo que la gala discurrió sin muchas sorpresas. La modelo Edie Campbell se alzó con el premio a la Mejor modelo del año, mientras que la firma Burberry, se llevaba a casa el premio a la Mejor marca, y su director creativo, Christopher Bailey, la mención al Mejor diseñador de moda masculina. Christopher Kane, por su parte, se llevaba el premio a Mejor diseñador de moda femenina.
El premio a la Mejor diseñadora internacional recayó en las manos de la italiana Muiccia Prada, mientras que la firma Erdem y la diseñadora Sophia Webster se llevaban los galardones de Alfombra roja y Talento emergente en el diseño de accesorios, respectivamente. Además, el cantante Harry Styles recibió el premio Vodafone al estilo británico.
La lista de galardonados la completan Nicholas Kirkwood como Mejor diseñador de accesorios, J.W. Anderson Mejor marca nueva, Simone Rocha como Talento emergente de moda femenina y Agi & Sam como como Talento emergente de moda masculina.
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