Sería genial que todas las prendas de nuestro armario fueran de seda, cashmere o lino, ¿verdad? Pues, ¡holaaaaa! ¡Aterriza! Te invitamos a darte de bruces con la realidad en la que vivimos el 99% de las mortales (es decir: no tenemos ni un duro. De nada) y te ayudamos a sacar partido a esas prendas low cost que tienes muertas de risa en tu armario. ¡Puedes parecer una musa de Lagerfeld sin arruinarte! Palabrita.
¿Quieres sumar puntos a ese look aburrido que te has agenciado por tres pesetas? Sigue nuestros tips y parecerás una ciudadana más de las del Upper East Side de toda la vida. Viste bien y no digas de quién. ¿Jugamos?
Qué contentas nos ponemos cuando vemos que Olivia Palermo saca a pasear sus "trapitos" del imperio Amancio, ¿verdad? ¿Por qué la neoyorkina puede vestir de Zara de la cabeza a los pies y parecer que ha desembolsado millonadas en su ropa? No es un misterio de Cuarto Milenio, se llama ESTILO y dicen que se tiene o no se tiene. Nosotras somos de la opinión condescendiente de que es un factor que se puede pulir y educar. Estas son nuestras oliviadas favoritas que harán que tu look parezca muy, pero que muy caro. ¡Toma nota!
El poder del tono neutro
Camel, crema, tan… ¿Qué tendrá la gama de colores tierra? Un sencillo jersey de pico beige sin pelotillas + vaqueros + la elección correcta de complementos, es una fórmula de éxito. El rey del mambo en este caso es el abrigo camel: un clásico de fondo de armario muy de la high class y fácil de encontrar en cualquier tienda del pueblo llano.
¿Y si ese abrigo te lo pones sobre los hombros?
¡Bingo! Así, despreocupada, como si esa maniobra no la hubieras planeado al milímetro. ¿Usar el abrigo para que te proteja de los siete grados bajo cero que te congelan hasta las ideas? ¡Qué va! Llévalo, pizpireta tú, por encima de los hombros tipo capa de Ramón García en Nochevieja. Es un gesto sencillo que sumará muchos puntos.
Blanco o negro
Juega a apostarlo todo a una sola carta y saldrás airosa. Vestir de un solo color es una opción socorrida y elegante. Echa un vistazo a las insiders francesas, tan sobrias ellas, rebosando estilo. No hace falta que tu ropa sea de Isabel Marant, es fácil encontrar prendas Black or white bonitas, baratas y aparentes.
Brilli brilli sí, pero con moderación
Apuesta por la bisutería discreta, que den un toque a tu look sin centrar la atención total en ellas. Cuanto más grande sea la joya más riesgo corres de que se te noten los 7,99 euros que ha costado (y más se verá el cerco verde que ha dejado en cualquiera de tus apéndices corporales).
Juega con las proporciones
Mezclar proporciones inesperadas aporta un plus a tu outfit, pero si quieres ir a lo seguro, ésta es la regla básica de 1º de moda: ¿prendas anchas por arriba? pues ceñidas por abajo, y viceversa. Prueba a combinar un abrigo maxi con tus pitillos favoritos y una blusa abotonada, u opta por unos pantalones culotte con un jersey ceñido por arriba. Estos sencillos pasos levantan cualquier look.
Hazte con un buen fondo de armario
Toma nota: camisa blanca (remangada y holgadita), vaqueros, pantalón negro, blazer, abrigo de corte masculino, vestido negro, stilettos, zapato plano y bolso pequeño y trotero. ¿Meter en el carrito de la compra? OK. Aceptar. Su pedido será enviado en un plazo de tres días y disfrutarás de un fondo de armario muy digno.
Cambia, cose, corta y rediseña
Encuentras esa americana perfecta en la sección de gangas. Te la pruebas y te sienta como un guante, pero ¡oh! de repente se le cae un botón tan sólo con mirarlo. Esos botones colganderos, mal cosidos y de plástico son la prueba feaciente de su origen low cost. Prueba a cambiarlos por otros de nácar, dorados o plata y verás cómo tu ropa resurge como el Ave Fénix.
Cuida tu ropa
Básico y fundamental. No dejes que la dejadez arruine tu modelito, por muy barato o caro que sea. Plancha con mimo tus prendas, saca lustre a los zapatos y quítale las pelotillas al jersey. Son gestos que, a menudo, nos olvidamos de cumplir y pueden hacer que tu look de 30 euros quede perfecto.
LETTER
Porque de low cost vive el hombre… párate a pensar, respira hondo y prueba a darle una vuelta de tuerca a tu armario. Tu cuenta corriente lo agradecerá.
