La edad no tiene límites y si además el cuerpo te acompaña el resultado puede ser la vida de esta modelo. Tiene dos nietos y acaba de protagonizar una campaña de trajes de baño de una marca newyorquina que nada tiene que envidiar a muchas de las modelos de actualidad que estamos acostumbrados a ver tanto en publicidad con el redes sociales. Es segura y una de las mujeres más sexys que hemos visto en los últimos años y sin nada que envidiar a una veinteañera.
© Instagram vía yazemeenahrossi
Pero uno de sus grandes méritos es que Yazemeenah Rossi ha declarado que todo lo que muestra es natural, no ha pasado por quirófano y se siente orgullosa de ello. Su secreto dice estar en mantener una dieta equilibrada, practicar mucho sexo y de vez en cuando beberse un whisky para brindar.
Pero tras esta apariencia de perfección, la vida de Yazemeenah guarda grandes historias dignas de ser contadas. Nació en 1955 y fue criada por sus abuelos ya que tenían un nivel económico un poco superior al de sus padres. A los 11 años consiguió su primera cámara de fotos aunque no tenía dinero para comprar carretes. Precisamente, la fotografía fue la que ayudó a la modelo a evadirse de la relación un tanto complicada con sus padres y que empeoró al quedarse embarazada con 16 años. Tuvo que ocultar su embarazo durante 5 meses para que su padre no le obligara a abortar y con 20 años tuvo su segundo hijo. Tuvo dudas de haber decidido tener a sus hijos y a los 28 años, en plena crisis existencial decidió divorciarse y buscar la felicidad.
LETTER
Estuvo durante 10 años trabajando como modelo de patronaje para YSL y Hermès, lo que le permitía sacar adelante a sus hijos. Pero su carrera como modelo realmente despegó cuando se mudó a Nueva York en 1999 y comenzó a protagonizar campañas para marcas como Bloomingdale's o Barneys. Aunque hoy en día existen marcas que han decidido no apostar por ella solo por su edad, esta modelo no ha parado de trabajar y se convierte en todo un ejemplo para muchas mujeres que quieren luchar por sus sueños y hacerlos realidad. Una figura inspiradora que nos hace creer en que se puede seguir siendo sexy, muy sexy, a los 60.
