Nos atrevemos a afirmar que a una gran parte de los hombres les horroriza ir de compras. Quizás sea porque su experiencia se traduce en: múltiples tiendas, grandes superficies, probadores abarrotados e incómodos, tallajes que no encajan, largas colas, prendas impersonales… y así visto, la verdad es que no apetece en absoluto. Por ello pensamos que el truco consiste en ofrecerles una forma de shopping alternativa que les permita disfrutar de la experiencia. La confección a medida convierte tus prendas en exclusivas y más personales, donde el hombre es el eje central y los pequeños detalles cobran verdadera importancia. Empieza a sonar mejor, ¿verdad?
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