© Lata 65
¿Qué puede haber mejor que conectar dos generaciones a través del arte? Eso es lo que se ha propuesto el poryecto LATA 65 que nació hace unos meses en Lisboa y que pretende reducir las diferencias entre ancianos y jóvenes. Normalmente, relacionamos el arte callejero y los grafitis con las nuevas generaciones pero, ¿cómo crees que serían nuestras calles si diésemos aerosoles de colores, guantes y mascarillas a nuestros mayores?
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En Lisboa ya lo están experimentando a través de este proyecto de integración de los ancianos de la ciudad. Ellos mismos acuden a talleres en los que aprenden más sobre arte urbano y crean sus propias plantillas para llenar las calles de alegres estampados. Lata 65 va buscando lugares al aire libre en los que los mayores puedan dejar fluir toda su creatividad en coloridos grafitis.
