Un titular que simplemente con leerlo ya es sexista. Pero así es la realidad. Según un los últimos datos que reflejan una entrevista realizada a 2.000 personas por la firma de abogados Slater and Gordon los jefes sienten debilidad por sus empleadas cuando éstas van maquilladas y con tacones.
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Cada día observamos como encontramos estas afirmaciones todavía tan sexistas en el ambiente laboral y es que hace poco publicábamos otro estudio que revelaba que las empresas preferían a aquellas candidatas que mostraban un cuerpo más fit a la hora de tomar una decisión en un proceso de selección para la empresa. Y es que resulta que nuestro físico también resulta determinante en una entrevista de trabajo. Algo en lo que podríamos pensar que resulta más lógico en aquellos puestos que son de atención al público, pero nada más lejos de la realidad porque estas decisiones son las mismas para cualquier puesto de trabajo.
Volviendo a los jefes de gustos "exquisitos" según el estudio el 28% de las mujeres habrían recibido recomendaciones respecto a su aspecto en cuanto a que fuera "mejor para el trabajo". Por su parte, el 7% de las encuestadas aseguraron haber sido animadas a llevar tacones para ir a la oficina ya que para sus superiores son más "atractivas".
Otro dato que no nos resulta tan descabellado ya que existen antecedentes sobre ello. Para eso, es preciso recordar la noticia que publicábamos hace unos meses del caso de la recepcionista de 27 años, Nicola Thorp. La mujer fue enviada a su casa por haberse negado a ponerse unos tacones de "de entre cinco y diez centímetros" para trabajar mientras que sus compañeros del sexo masculino, no tenían ningún código de vestimenta al respecto.
Para más inri, una de cada diez mujeres que participaron en el estudio escucharon cómo su jefe les pedía llevar más maquillaje "para estar más guapa" mientras que los hombres aseguraron no haber recibido nunca ningún comentario sobre su aspecto, tan solo a un 3% se les había pedido vestir mejor.
Los clichés por tanto siguen sobre la mesa... y parece que todavía estamos bastante lejos de llegar a una igualdad de sexos en muchos aspectos laboralmente.
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