Olor desagradable
Partiendo de la base de que la crema esté en perfectas condiciones (si lleva abierta mucho tiempo o está caducada es normal que huela mal y debes tirarla inmediatamente), si el olor de tu hidratante no te gusta, las probabilidades de que tampoco le guste a tu piel son bastante altas. El olfato es un mecanismo de alerta, pues igual que ocurre con la comida, un olor que nos parece desagradable ya nos predispone a rechazar ese alimento. Cuando vayas a comprar una crema asegúrate de olerla antes, para evitar sorpresas en casa, o elige una sin perfume para ir sobre seguro.
Brotes de acné
¿Últimamente te salen muchos granitos y no sabes a qué se deben? Prueba a cambiar de hidratante durante unos días, puede que sea ella la responsable. Cuando un cuidado no nos va bien, la capacidad de regeneración de nuestra piel se ve afectada, y por lo tanto no elimina las células muertas a la velocidad normal y éstas se acumulan sobre la superficie del rostro obstruyendo los poros y dando lugar a la aparición de granitos. Si tras cambiar de crema siguen saliendo entonces deberás seguir buscando la posible causa de este brote.
Quemazón
Es un consejo de sentido común, pero si tu crema te produce una sensación de picor o quemazón tras aplicarla NO significa que esté actuando, debes dejar de usarla de manera inmediata. Una hidratante tiene que ofrecer una sensación de comodidad y frescura en la piel, no provocar escozor o malestar. Este picor suele deberse a problemas de incompatibilidad de ph, por lo que si una crema no es compatible con el ph de tu piel nunca te va a hacer ningún bien.
No te hidrata correctamente
Si a pesar de que usas a diario tu hidratante sigues notando tu piel seca y deshidratada, ha llegado el momento de probar otras cremas. Intenta elegir una que contenga ingredientes humectantes como la glicerina o el ácido hialurónico, que no solo hidratan la piel sino que evitan que la pierda con el paso de las horas.
Cambios de pigmentación
Una crema hidratante nunca JAMÁS debe provocar cambios de pigmentación en tu piel. Aunque no notes picor o malestar, si tu piel empieza a ponerse roja no es un buen síntoma. Puede que sea una alergia, una reacción o simplemente una forma de avisarte, pero debes escuchar a tu piel y cambiar de producto inmediatamente.
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