En los dormitorios las camas aportan el foco más importante de la estancia por lo que debemos darle el protagonismo que se merece con elementos funcionales a la vez que atractivos y originales. En este sentido, los cabeceros se convierten en las estrellas indispensables en cualquier dormitorio.
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¿Qué cabecero elegir para el dormitorio?
Dependiendo del ambiente que queramos imprimir a la habitación se hará necesario prestar determinada atención al estilo, los materiales, formas y colores existentes para conseguir una coherencia decorativa así como el atractivo deseado, ya que nos permitirá seguir con el estilo actual o romper con él creando fuertes contrastes. Si lo que buscamos es decorar el cuarto al estilo vintage una buena opción sería optar por un cabezal fabricado en madera rústica o en hierro forjado. Ambos materiales combinan con colores desgastados además de blancos en distintas gamas y tonos pastel. Hay que destacar que, además, los cabeceros de madera tienen la ventaja de adaptarse a cualquier estilo transmitiendo la sensación de dormitorio acogedor y cómodo.
Los cabeceros tapizados se caracterizan por la elegancia del estilo clásico y por ejemplo la firma Keen Replicas tiene muy buenas propuestas. Las siluetas que adoptan pueden ser lisas o en capitoné, con un abotonado acolchado que invita al descanso. Gracias a la incorporación de nuevos materiales, tachuelas y colores, el estilo clásico no es el único que se hace eco de la técnica del tapizado, pues está marcando tendencia y despuntando también en el estilo moderno.
En la actualidad surgen un sinfín de ideas que ofrecen nuevas oportunidades para decorar nuestro cabezal de cama, teniendo como regla que cualquier forma es válida: cuadrados o rectangulares, con puntas redondeadas, en forma de triángulo... hoy todo vale. Uno de los favoritos de la experta en decoración Asunción Deza, fundadora de Demarques, para esta temporada es el cabecero de rejilla de estilo colonial en color blanco ya que es ideal tanto para pisos de ciudad como para apartamentos y chalets de veraneo. Aporta frescura y luz al dormitorio como ningún otro.
Además de los cabeceros convencionales podemos recurrir a otras técnicas para vestir y arropar la cama. Un ejemplo es el uso del papel pintado como cabecero ofreciendo un efecto tipo mural. En este sentido, también se pueden crear divertidos collages u optar por papeles pintados que imitan y ofrecen collages muy logrados.
Otra opción es recurrir a cuadros y láminas colocándolos de forma divertida e incluso creando composiciones de letras formando nubes de tags.
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Contenido elaborado en colaboración con Demarques
