La agenda de Miriam está muy ocupada: "La semana pasa sin que me dé cuenta, pero el fin de semana, me cuesta un poco situarme. Todavía estoy pasando por una época algo confusa. Mis amigos, la rutina… todo lo tenía en mi antiguo barrio. Ahora estoy un poco descentrada."
Necesito algunos momentos sólo para mí
"Puede parecer extraño, pero encuentro mi equilibrio gracias a que tengo a Raúl un fin de semana de cada dos. Necesito una vida para mí. Aprovecho para irme de compras, tomar té con las amigas… Valoro esos momentos y no me siento abandonada sin mi hijo. Cuando vuelve, me siento más serena, más equilibrada."