Carolina: “No hubo nada en concreto que hiciera saltar la chispa. Pero en seguida me di cuenta de que estaba pasando algo especial. No era desagradable pero tampoco era normal. Nos metíamos el uno con el otro, nos provocábamos y yo buscaba algún pretexto para pasar el mayor tiempo posible con él.”
Sergio: “Hay que decir que trabajamos en binomio, que siempre estábamos los dos a solas. Eso une mucho. Pero yo no presioné, estaba un poco en guardia porque yo era su jefe. ¡Tenía miedo de que me acusaran de acoso sexual! Pero tras 6 meses, justo la víspera de una fiesta que había organizado la empresa, ¡cedimos ante la tentación!