El primer vibrador
Si nunca habéis sido propietarias de un vibrador, podéis empezar con un clitoriano: no pasemos por alto la importancia de este pequeño pero potantísimo órgano que no tiene más función que procurar placer. Con sus 6.000 terminaciones nerviosas, es uno de los puntos más sensibles de nuestro cuerpo.
Basta con que os acerquéis a cualquier sex shop para que veáis que hay mucho donde elegir: podéis pedir consejo al dependiente, que sabrá asesoraros según vuestros gustos y vuestro cuerpo (cada persona es distinta) haciendo que os sentáis completamente satisfechas con vuestra decisión.
Si sois demasiado tímidas para hablar en primera persona, siempre podéis recurrir al "una amiga de mi prima me ha dicho...", el dependiente seguramente no os creerá, pero está acostumbrado a escuchar los caprichos más extraños sin juzgar.