El deshumidificador de Lidl respaldado por Martin Lewis: ¿ahorra realmente en cada colada?

El deshumidificador de Lidl respaldado por Martin Lewis: ¿ahorra realmente en cada colada?

Si tiendes la ropa dentro de casa, conoces esa mezcla rara: olor húmedo, ventanas empañadas, toallas que no se secan nunca. Lidl trae un deshumidificador que promete acortar la espera y la factura. Martin Lewis, el gurú del ahorro británico, lo ha respaldado como arma secreta para la colada. La pregunta que nos pica: ¿realmente ahorra en cada lavado?

La tarde cae y la lluvia hace tambor sobre la cornisa. En el salón, un tenderete desafía al radiador, y un pequeño deshumidificador ronronea como un gato satisfecho. El medidor de consumo parpadea en verde; la camiseta de algodón, que por la mañana estaba fría, ahora cruje seca. Una pareja mira el depósito lleno de agua y se ríe: “Eso estaba en el aire… y en nuestras sábanas”. Sacan cuentas con el móvil. Comparan con la secadora de la vecina. Piensan en lo que dijo Martin Lewis sobre secar ropa sin arruinarse. Terminan el té en silencio, mirando el vaho desaparecer del cristal. Los números no mienten.

El deshumidificador de Lidl en la vida real

En tienda, el deshumidificador de Lidl suele aparecer como opción compacta y sin florituras, bajo su marca Silvercrest. Poco ruido, depósito mediano, modos simples. No es el más potente del mercado, pero su promesa es clara: sacar agua del aire por menos electricidad de la que gasta una secadora. Martin Lewis, conocido por comparar costes con una calculadora en la mano, lleva tiempo apuntando que un deshumidificador eficiente puede ser la vía barata para secar ropa en casa. La idea es seductora porque es tangible: ves el tanque llenarse mientras las camisetas cambian de tacto.

Ejemplo real: Ana, 38, vive en un piso interior en Barcelona. Compró un deshumidificador de Lidl un día de ofertas y lo usa como “modo colada”. Cronómetro en una mano y app de la luz en la otra, mide cuatro horas de uso a unos 180–200 W. Sale 0,72–0,80 kWh. Con una tarifa de 0,22 €/kWh, paga unos 0,16 €. Compara con la secadora vieja de su madre, que traga entre 2 y 3 kWh en un ciclo: 0,44–0,66 €. No es ciencia de cohetes. Es una diferencia que se nota cuando lavas tres veces por semana y la humedad del piso no perdona. Con una colada estándar de 5 kg, el ahorro puede ser real.

¿Por qué funciona? Porque secar no va de calentar la prenda, va de empujar el agua hacia el aire… y luego quitar esa agua del aire. Un deshumidificador baja la humedad relativa, crea un gradiente que acelera la evaporación y, de paso, evita que el vapor vaya a los marcos de las ventanas. Si el aparato es de compresor, su consumo ronda los 150–250 W en modelos domésticos. Una “sesión” de 4–6 horas se mueve en 0,6–1,2 kWh. Con tarifas europeas habituales, eso cae entre 0,12 y 0,30 €. ¿La clave? Cerrar puertas, concentrar el volumen de aire y no dejar el aparato peleando contra toda la casa. Este es el truco: el deshumidificador no calienta, concentra.

Cómo usarlo para que realmente ahorre

El método práctico es casi un ritual. Tendedero en la habitación más pequeña, puerta cerrada, ventana encajada. Prendas bien separadas, centradas tras un buen centrifugado (1.200 rpm o más ayudan). El deshumidificador, a un metro del tenderete, con flujo de aire directo pero sin pegarlo. Objetivo de humedad entre 45% y 55%; si hay “modo ropa”, úsalo. Cuatro horas al principio, revisa tacto, y añade dos si aún hay pesadez en toallas y vaqueros. Vacía depósito al acabar. Si tienes ventilador pequeño, un soplo cruzado acelera el trabajo.

Errores frecuentes: ponerlo en el salón abierto y esperar milagros. Querer secar una montaña de sudaderas apretadas. Tapar la rejilla de entrada con una sábana. Olvidar el filtro meses. Abrir la ventana “para que respire” y derrotar la máquina con aire húmedo nuevo. Todos hemos vivido ese momento en el que piensas que “un poco de aire fresco” ayudará… y la ropa amanece igual de mojada. Respira: es cuestión de espacio, flujo y paciencia. Seamos honestos: nadie vacía el depósito justo después de cada uso. Pero hacerlo reduce consumos tontos la siguiente vez.

Hay un recordatorio que conviene no olvidar.

“Secar no es calentar la ropa, es sacar agua del aire”

Y para fijarlo, un mini check-list rápido:

  • Habita una habitación pequeña, puerta cerrada.
  • Prendas separadas y bien centrifugadas.
  • Objetivo de 50% de humedad, modo “laundry” si existe.
  • 4–6 horas según mezcla de tejidos; revisa a mitad.
  • Filtro limpio; depósito vacío al empezar.

¿Ahorra realmente en cada colada?

La respuesta corta: sí, si juegas con sus reglas. En números, un deshumidificador típico gastará entre una quinta y una tercera parte de lo que traga una secadora de resistencia. Con secadora de bomba de calor la diferencia se estrecha, aunque el deshumidificador sigue ganando si ya tienes tenderete y tiempo. Si tu tarifa es baja de madrugada, el ahorro se hace más dulce. Si vives en clima muy frío y el aparato es de compresor, tardará algo más; ahí brillan los modelos desecantes, aunque consumen más. La humedad puede ser una factura invisible. El plus colateral: menos moho, menos olor a “cerrado” y menos vaho en las ventanas. ¿Lidl? Su propuesta encaja en ese hueco: precio contenido, resultados dignos, cero complicación. ¿La colada huele a éxito? Depende de tu casa, tu tarifa y tu paciencia. Y de si compartes el cuarto con las plantas o con las toallas.

Punto clave Detalle Interes para el lector
Consumo por sesión 0,6–1,2 kWh en 4–6 horas (modelo compacto) Estimar coste real por colada
Escenario de uso Habitación pequeña, 50% HR, ropa separada Secar más rápido y sin olor a humedad
Comparativa Secadora 2–3 kWh vs. deshumidificador 0,6–1,2 kWh Ahorro potencial por lavado

FAQ :

  • ¿Qué modelo vende Lidl y cuánto cuesta?Lidl suele lanzar deshumidificadores Silvercrest compactos a precios agresivos en tienda y online en campañas puntuales. Capacidades típicas de 8–12 L/día y potencias de 150–200 W. El precio varía por país y stock.
  • ¿Cuánto tarda en secar una colada?Para 4–5 kg bien centrifugados, calcula 4–6 horas para prendas finas y 6–8 horas si hay toallas y vaqueros. Si el ambiente es frío o el volumen de la habitación es grande, añade tiempo.
  • ¿Sirve en invierno con frío intenso?Los de compresor rinden menos por debajo de 10–12 ºC. En esas condiciones, calienta un poco la habitación o busca un modelo desecante, que trabaja mejor con frío aunque consume más.
  • ¿Qué capacidad elegir para la colada?Para un piso estándar, 10–12 L/día suele bastar. Si la casa es grande o lavas a diario, subir a 16–20 L/día recorta tiempos. Prioriza un buen flujo de aire y un filtro fácil de limpiar.
  • ¿Es mejor que un tendedero eléctrico?El tendedero eléctrico calienta la prenda y puede gastar 200–300 W continuos. El deshumidificador seca todo el volumen y evita condensaciones. Si tu casa sufre humedad, el deshumidificador ofrece doble beneficio.

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