Manchas que vuelven, pintura abombada y olor a moho. Muchos hogares lo sufren cada otoño sin saber por dónde empezar a arreglarlo.
Soy pintor y, tras cientos de trabajos, he afinado un método sencillo para cortar el ciclo de la humedad interior. No requiere maquinaria, solo materiales básicos y paciencia. Si ya tienes rodillo y brocha, el gasto adicional baja de 25 euros.
Diagnosticar la humedad antes de pintar
Si la causa sigue activa, la mancha reaparece. Distinguir el origen evita rehacer el trabajo.
- Condensación: vaho en cristales, manchas en esquinas frías y detrás de muebles. Mejora con ventilación y deshumidificador.
- Infiltración: goteras tras lluvia, grietas en fachada o sellados fallidos. Repara juntas y canalones antes de tocar la pared.
- Capilaridad: aureolas a ras de suelo que suben en vertical. Requiere barrera antihumedad o zócalo ventilado.
Regla de oro: nunca pintes sobre una pared húmeda. Espera a que esté seca al tacto y al corazón.
Una comprobación casera ayuda: pega film de cocina hermético sobre 20×20 cm de pared durante 24 horas. Si aparece agua dentro, hay condensación; si sale por fuera, viene del muro. Un higrómetro barato te guía: por encima del 60% HR, ventila y seca con aire en movimiento.
Materiales y costes orientativos
- Espátula y lija P120–P150: 6–8 €.
- Masilla lista para interior (1 kg): 6–10 €.
- Imprimación selladora para manchas o base disolvente: 8–12 €.
- Pintura plástica mate para interior (pequeño bote): 8–15 €.
- Plástico protector y cinta: 3–5 €.
Si ya tienes rodillo, brocha y cubeta, la inversión adicional se mantiene baja. Para áreas pequeñas (hasta 2 m²), los formatos mini rinden bien y reducen gastos.
Mi método en 3 pasos
Paso 1: saneado y sellado
Rasca la zona afectada con espátula hasta retirar pintura suelta y yeso blando. Abre ligeramente los bordes del desconchón para mejorar el agarre.
Si hay moho, limpia con agua oxigenada (3%) o un quita moho sin cloro. Aplica, deja actuar 10 minutos y seca. Evita la lejía en interiores: deja halo y no penetra bien en poro.
Aplica una imprimación selladora específica para manchas (nicotina, humedad, hollín). Una capa fina basta. Consulta el tiempo de secado del fabricante; suele oscilar entre 1 y 4 horas.
El sellador bloquea las aureolas. Sin sellador, la mancha migra y amarillea la pintura nueva.
Paso 2: relleno con masilla sin merma
Rellena con masilla lista para interior. Trabaja en dos capas:
- Mano de carga: cubre huecos sin buscar el acabado perfecto. Deja secar entre 30 y 90 minutos, según el espesor.
- Mano de terminación: lija suave, limpia el polvo y corrige pequeñas ondas. La superficie debe quedar lisa al tacto.
Si el daño es profundo, alterna capas finas. Evita cargas gruesas que agrieten al secar.
Paso 3: fijado y pintura en dos capas
Da una mano de fijador acrílico sobre el parche para igualar absorciones. Si no lo tienes, funciona un “fijador casero”: mezcla 1 parte de pintura plástica blanca con 3 partes de agua y aplica muy fina. Repite una segunda mano ligera tras 60 minutos.
Pinta con dos capas de pintura plástica mate o satinada. Respeta el tiempo de secado entre manos (2 a 4 horas). Trabaja en capas finas y cruzadas.
Dos manos finas superan a una capa gruesa. Igualan el tono y reducen sombras.
Antes de la segunda capa, inspecciona a contraluz. Si ves hendiduras, retoca con masilla, lija y repinta el parche.
Errores frecuentes que te harán repetir el trabajo
- Pintar con humedad activa: la aureola regresa en días.
- No sellar manchas: amarilleo visible incluso con pinturas de alta cobertura.
- Cargas de masilla muy gruesas: fisuras y hundimientos.
- Saltarse el fijador: parches que “chupan” y dejan cerco mate.
- Secados a toda prisa: superficies que se marcan y mal empalme de color.
Tiempos orientativos para organizarte
| Fase | Trabajo | Secado estimado |
|---|---|---|
| 1 | Saneado + sellador | 1–4 h según producto |
| 2 | Masilla 1ª y 2ª capa | 30–90 min por capa |
| 3 | Fijador (2 manos) | 60 min entre manos |
| 4 | Pintura (2 capas) | 2–4 h entre manos |
Para un parche estándar de 1–2 m², puedes completar el proceso en una mañana con buena ventilación.
Trucos de oficio para un acabado limpio
- Alisa la masilla con espátula ancha, “perdiendo” los bordes hacia fuera para evitar escalones.
- Si el tono queda distinto, amplía el repintado a toda la pared o hasta una esquina natural.
- En zonas frías, usa pintura con aditivo antimoho. Ayuda a retrasar la aparición de moho.
- Protege zócalos y enchufes con cinta. Un borde recto eleva el resultado.
Prevención: que no vuelva la mancha
Ventila 10 minutos al día en invierno con microventilación. Mantén la humedad relativa entre 40% y 60%. Un deshumidificador de 10 L/día consume en torno a 200 W; dos horas al día suelen bastar en dormitorios húmedos.
Separa muebles 4–5 cm de los muros fríos. Sella juntas de ventanas y pasos de instalaciones. Revisa bajantes y remates de cubierta si la pared es medianera o de fachada.
Cuándo llamar a un profesional
Si detectas capilaridad en planta baja, manchas que suben desde el zócalo, desconches extensos o yeso pulverulento en zonas amplias, conviene una evaluación técnica. Las barreras químicas, zócalos ventilados o inyecciones antihumedad requieren diagnóstico y garantía.
Idea práctica y barata para parches pequeños
Para un baño con condensación puntual, el “combo rápido” rinde bien: sellador de manchas, masilla en dos manos, fijador casero 1:3 y dos manos de pintura plástica mate. Material adicional por menos de 25 euros si ya tienes rodillo y brocha.
Si el cuarto carece de extracción, un ventilador temporizado conectado al interruptor reduce picos de humedad y alarga la vida de la pintura.


