Tu cesta cambia sin hacer ruido: el huevo que comprabas sin pensar ahora condiciona menús, desayunos y presupuestos mensuales.
La subida se ha acelerado y ya afecta al bolsillo de millones de hogares. Según la **OCU**, el encarecimiento del huevo se ha concentrado en los formatos más comunes y baratos, con un salto que pocos esperaban en tan poco tiempo.
Seis meses de escalada: cuánto pagas hoy
El precio medio de la **docena** de tamaño M, procedente de gallinas en jaula o en suelo, ha dado un salto en torno al **50%** en seis meses. La traducción al ticket es clara: alrededor de **1 € más por docena** para las opciones de entrada. Los **huevos camperos** han subido cerca de **0,73 €**, y los **ecológicos** alrededor de **0,48 €** en el mismo periodo.
Para las gamas baratas, el sobrecoste ronda 1 € por docena; el salto acumulado desde 2021 alcanza cifras de tres dígitos.
Mirando más atrás, desde 2021 los huevos más asequibles acumulan un alza aproximada del **137%**. En la categoría L de bajo coste, el incremento ronda el **119%**. La presión recae, por tanto, con mayor intensidad en quienes dependen de las opciones de menor precio.
| Categoría | Aumento aproximado en 6 meses | Apunte clave |
|---|---|---|
| Jaula o suelo (M) | +1,00 € / docena | La opción más barata es la que más sube |
| Camperos | +0,73 € / docena | Incremento relevante, pero menor que en jaula/suelo |
| Ecológicos | +0,48 € / docena | Subida moderada dentro del segmento premium |
De dónde sale el golpe en el ticket
Precios en origen, disparo y retorno
Los **precios en origen** subieron con fuerza a comienzos de 2022, se estabilizaron y **repuntaron en marzo de 2023**. Tras una bajada leve, el arranque de 2025 trajo nuevas tensiones al alza. Cuando el coste en granja sube, la cadena lo traslada con rapidez al lineal. Cuando baja, el ajuste tarda más en notarse.
Adiós a las jaulas en 2027
La transición regulatoria pesa. Europa marca la eliminación de los sistemas de **gallinas en jaulas** para 2027. Reconvertir naves, ampliar espacios y asumir nuevas exigencias de **bienestar animal** implica inversión y financiación. Todo ello incrementa los costes fijos por ave y por huevo.
En 2016, el 93% de las gallinas vivían en jaulas; en 2024, ese porcentaje cae al 67%. La reconversión ya está en marcha.
El cambio de modelo no es menor: más superficie por gallina, nuevas instalaciones, formación y periodos de adaptación. Es una reforma estructural que empuja el precio final mientras el sector termina de ajustarse.
Gripe aviar y menos oferta
Los brotes recientes de **gripe aviar** han obligado a sacrificar ponedoras en varias granjas. Menos animales, menos producción. Con la demanda estable —o creciendo por su valor nutricional y su versatilidad—, la oferta más ajustada sostiene el precio alto.
Por qué no baja cuando baja
En el minorista opera el llamado **efecto pluma y cohete**: los precios suben rápido como un cohete y descienden despacio como una pluma. La estructura de márgenes, la rotación de inventarios y la competencia entre **supermercados** explican parte del retardo. Además, la homogeneidad de precios entre cadenas sugiere un movimiento sectorial, no casos aislados.
Cohete para subir, pluma para bajar: la asimetría en el traslado de costes mantiene el huevo caro durante más tiempo.
¿Qué puede pasar en los próximos meses?
Los precios en granja apuntan a cierta estabilización, pero persisten riesgos. La sanidad animal sigue en vigilancia y la reconversión hacia sistemas sin jaulas continúa. Si el consumo se mantiene fuerte o llegan picos estacionales (festivos, campañas de repostería), el equilibrio puede romperse de nuevo.
Factores a vigilar: coste de piensos y energía, evolución de la **gripe aviar**, ritmo de inversión en granjas y competencia promocional. Un escenario probable es un meseta de precios altos con vaivenes moderados, más que una caída brusca al nivel previo.
Cómo proteger tu compra sin renunciar a nutrición
El huevo sigue siendo una fuente de proteína completa y asequible frente a otras alternativas. Con algunos ajustes, el **presupuesto** respira mejor.
- Compara por docena y por unidad. Hay packs grandes con mejor precio por huevo.
- Valora alternar tamaños **M** y **L** según receta; el coste por gramo de proteína cambia poco.
- Busca promociones cruzadas en **supermercados** y marcas blancas con garantía de origen.
- Planifica: cocina tortillas con más verduras y menos huevos sin perder saciedad.
- Proteína alternativa para rotar: legumbres, pollo, atún, tofu. El menú gana variedad.
- Conserva en frío, cascar a última hora y usa primero los más antiguos. Menos merma, menos gasto.
- Revisa la fecha de **consumo preferente** y el estado de la cáscara. Evitas desperdicio.
Leer el código del huevo, pagar lo justo
El **código del huevo** orienta tu compra y evita pagar de más por algo distinto a lo que buscas:
- 0: ecológico.
- 1: campero.
- 2: suelo.
- 3: jaula.
Al combinar el número con el tamaño (S, M, L, XL) ajustas calidad, bienestar y presupuesto sin sorpresas.
Números que te ponen en contexto
Simulación rápida. Si tu hogar consume 4 docenas al mes, el salto de **1 € por docena** en las gamas baratas supone **4 € más al mes** y cerca de **48 € al año**. Si compras camperos y el alza es de **0,73 €**, el impacto ronda **35 € anuales** para ese mismo consumo.
Desde 2021, quien se mantuvo en la gama más barata ha soportado aumentos acumulados superiores al **100%**. Para muchos hogares, esa diferencia se nota en el final de mes. Ajustar recetas, alternar categorías y planificar compras pasa a ser una estrategia concreta, no una recomendación genérica.
Lo que mira el sector mientras haces la compra
Productores y distribuidores observan tres palancas: financiar la reconversión a sistemas sin jaulas, mantener la **sanidad animal** y negociar costes de **pienso** y **energía**. Una menor volatilidad en origen ayudaría a frenar la subida en el lineal. También puede influir la respuesta del consumidor: si se traslada parte de la demanda hacia tamaños o categorías intermedias, la presión en las más baratas puede aflojar.
Si consumes 4 docenas al mes, el sobrecoste anual ya compite con una factura de luz o una mensualidad de móvil.
Mientras tanto, toca vigilar el **código del huevo**, aprovechar ofertas reales y diversificar la proteína semanal. No elimina la **inflación**, pero reduce su mordida en tu cesta.


