Siempre lo tapo con grasa, ¿estoy arruinando el jamón?": el truco que usan los maestros jamoneros

Siempre lo tapo con grasa, ¿estoy arruinando el jamón?»: el truco que usan los maestros jamoneros

Lo pones en la mesa, todos repiten y, de repente, surge la duda: ¿cómo mantenerlo jugoso día tras día?

La escena es común en estas fechas: un buen plato de jamón preside la reunión y, cuando la pata ya está empezada, llegan los mitos. Que si cubrirlo con su grasa, que si arroparlo con un paño. Los profesionales insisten en otra vía. Cambia un gesto y el sabor se mantiene mucho más.

Ni grasa ni paño: por qué fallan los trucos de siempre

Usar la propia grasa como “tapa” parece lógico, pero acelera la oxidación. Esa grasa se enrancia, transmite sabores viejos y deja un velo pegajoso que molesta al cortar. Tampoco funciona el paño de cocina: absorbe humedad y aromas, reseca la superficie y crea un microambiente ideal para que aparezcan olores extraños.

La superficie de corte del jamón es la zona más vulnerable. Ahí actúan el aire, la luz y el polvo. Si la proteges de forma incorrecta, el corte se endurece y pierde jugosidad. Los maestros cortadores coinciden en que la barrera debe ser limpia, ajustada y sin holguras.

La forma más eficaz de proteger una pata empezada es sellar la cara de corte con film bien adherido, sin bolsas de aire y con el entorno controlado.

El método que recomiendan los profesionales

El objetivo es simple: reducir el contacto con el aire, evitar la oxidación y frenar la pérdida de agua. Así se hace paso a paso.

  • Limpia el plano de corte con un papel de cocina seco para retirar restos sueltos y trocitos de grasa vieja.
  • Aplica film de contacto solo sobre la zona expuesta. Presiona con la palma para que el plástico copie la superficie, sin arrugas.
  • Evita que el film toque el hueso. Si lo hace, se despega antes y entra aire.
  • Coloca la pata en un jamonero estable, en lugar fresco y ventilado. Temperatura orientativa: 18-22 °C. Humedad media.
  • Lejos del sol directo, hornos y radiadores. La luz y el calor estropean el color y aceleran el enranciamiento.
  • Corta raciones pequeñas y frecuentes. Un corte fino se disfruta más y evita que la superficie se reseque.
  • Si pasarán varios días sin cortar, renueva el film al volver a usarlo. Retira un milímetro de la cara para “refrescar” el plano.

¿Y con loncheado o medios jamones? tiempos y envases

Cuando compras el jamón loncheado al vacío, el tiempo juega a tu favor. En un paquete sin abrir, el producto se mantiene estable durante varios meses si lo guardas en un lugar fresco y oscuro. Una vez que lo abres, cambia el plan: la prioridad es limitar el contacto con el aire y el frío ayuda.

Loncheado al vacío sin abrir: varios meses en condiciones frescas. Abierto: consume entre dos y cuatro semanas y guárdalo en nevera en envase hermético o con film bien sellado.

Para medias piezas o tacos, envuelve la cara de corte con film y luego pon la pieza en un recipiente hermético. Saca las lonchas de la nevera 15 minutos antes para recuperar aroma. No calientes el jamón en microondas: se reseca y empasta la grasa.

Errores comunes que están arruinando tu jamón

  • Dejarlo cerca de fuentes de calor. El calor funde la grasa y deja la carne más seca.
  • Taparlo con un paño. Resta jugosidad y aporta olores del textil.
  • Usar papel de aluminio. Puede dar sabores metálicos y no sella bien el aire.
  • No limpiar cuchillos y chaira. Restos viejos contaminan cortes nuevos.
  • Guardarlo en bolsas cerradas sin control de humedad. Aparecen texturas gomosas y moho indeseado.
  • Cortar y devolver las lonchas al plato caliente. Pierden brillo y se vuelven quebradizas.

Condiciones ideales en casa

Situación Temperatura Qué hacer Duración orientativa
Pata sin empezar 16-20 °C Lugar seco, ventilado, sin sol Semanas sin cambios apreciables
Pata empezada 18-22 °C Film en la cara de corte, renovar cada uso Varios meses en buen estado
Loncheado al vacío cerrado Fresco y oscuro Conservar en despensa fresca 3-6 meses según fabricante
Loncheado al vacío abierto Nevera 4-8 °C Envase hermético o film, consumir pronto 2-4 semanas

Cómo reconocer un problema y cómo actuar

Un velo blanquecino que parece polvo suele ser cristalización de sal. Se retira con un paño de papel ligeramente humedecido en aceite suave. Olores rancias o notas punzantes indican oxidación; corta una fina capa hasta que el color y el aroma vuelvan a ser limpios. Si aparece moho verdoso, retira con generosidad la superficie y revisa el entorno de conservación.

Si el borde está seco, “refresca” el plano de corte retirando una lámina fina y sella al momento con film.

Más allá de la mesa: elección de la cara de corte y aprovechamiento

El lado por el que empiezas marca el ritmo. Si consumirás el jamón rápido, arranca por la maza, la parte más jugosa. Si vas a tardar, comienza por la babilla, más curada y resistente, y deja la maza para el final. Cambiar de cara cuando llegas al hueso central evita escalones incómodos y cortes irregulares.

Aprovecha todo: guarda recortes para salteados y el hueso para caldos. Congelar huesos partidos en bolsas bien cerradas mantiene su aroma. No congeles el jamón loncheado si puedes evitarlo: pierde textura. Mejor, porciones pequeñas al vacío.

Checklist rápido para que siga perfecto

  • Film adherido a la cara de corte, sin bolsas de aire.
  • Lugar fresco, sin sol y sin fuentes de calor.
  • Cuchillos limpios y corte fino justo antes de servir.
  • Renueva el sellado tras cada uso y “refresca” la superficie si notas sequedad.

Si dudas entre piezas, recuerda que la curación y el contenido de grasa condicionan la conservación. Un ibérico de bellota, con más grasa intramuscular, resiste mejor los días de reposo si el ambiente es estable. Un serrano con curación larga agradece aún más el control de temperatura y humedad. Ajusta el método a tu ritmo de consumo y al tipo de pieza para prolongar al máximo su mejor momento.

1 thought on “Siempre lo tapo con grasa, ¿estoy arruinando el jamón?»: el truco que usan los maestros jamoneros”

  1. Siempre me dijeron que taparlo con su propia grasa sellaba la humedad. Aquí dicen lo contrario. ¿Hay datos o solo experiencia de maestros cortadores? Me preocupa que el film deje olor a plastico o acelere la óxidacion si toca el hueso. ¿Algún truco para evitar burbujas?

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