Un rincón a la orilla del Guadalquivir atrae miradas por una historia seductora, fotos virales y una pregunta incómoda.
En Coria del Río, a pocos minutos de Sevilla, una bandera extranjera despierta orgullo y dudas. Lo que empezó como relato compartido terminó marcando la identidad local y el turismo. Ahora, nuevos datos cambian la forma de mirar ese símbolo.
Un rumor convertido en símbolo
El ayuntamiento de Coria del Río luce la bandera de Japón en su fachada municipal. Durante años, vecinos y visitantes repitieron la misma explicación: un grupo de samuráis se habría quedado a vivir aquí tras la embajada Keichō, iniciada en el siglo XVII. La idea enamora. También vende. Pero no encaja con los registros.
El relato popular colocó samuráis en el pueblo; los documentos sólo hablan de un paso fugaz rumbo a Sevilla.
La misión diplomática, encabezada por Hasekura Tsunenaga, apenas recaló unas horas antes de continuar viaje. No hay prueba de asentamientos, ni de familias niponas en la ribera del Guadalquivir. Aun así, el emblema rojo y blanco se hizo cotidiano y, con el tiempo, parte del paisaje político y emocional del municipio.
De una misión diplomática a una postal
La embajada de Keichō cruzó medio mundo y dejó huella en varias ciudades. Sevilla fue escala destacada. Hubo recepciones en Madrid y paradas en Roma, La Habana, Acapulco, Sanlúcar, Córdoba, Toledo o Barcelona. Paradójicamente, en esos lugares no iza la bandera nipona en la casa consistorial. En Coria del Río sí, y esa diferencia alimentó el mito hasta convertirlo en marca local.
El apellido Japón bajo la lupa
Otro pilar del relato fue el apellido Japón, muy extendido en la localidad. De unos 30.000 habitantes, cerca de 600 lo llevan, cifra que durante décadas se interpretó como herencia directa de los samuráis.
La investigación archivística dio la vuelta al guion. El estudio genealógico Memoria de Keichō, elaborado por José de Contreras, rastreó partidas y escrituras locales. La conclusión fue tan clara como inesperada: el apellido procede de Bartolomé Rodríguez Japón, un coriano que adoptó ese apodo el día de su boda en 1636 tras un periplo por América.
El apellido Japón no nace de un linaje samurái, sino de un apodo adoptado en 1636 por un vecino que regresó de América.
ADN, archivos y una pista americana
El análisis de documentos se complementó con pruebas genéticas. El profesor japonés Toshimichi Yamamoto examinó el ADN de un centenar de corianos apellidados Japón. No encontró vínculo genético con población japonesa. El resultado cerró la puerta a una ascendencia nipona masiva en la localidad.
El efecto no fue devastador. Al contrario: consolidó una identidad mestiza nacida de una leyenda urbana que ya forma parte del relato del pueblo. La ciencia tumbó la genealogía romántica, pero la conexión cultural siguió creciendo, con visitas, actos y una agenda de hermanamientos que mantiene viva la relación con Sendai, ciudad clave en la misión de Hasekura.
Cómo se izó una bandera que no corresponde
¿Por qué ondea entonces la bandera de Japón en el ayuntamiento? La respuesta es política y cultural, no biológica. La exhibición se vincula al hermanamiento con Sendai y a la voluntad de mantener un puente con el país asiático a través del turismo, la educación y los actos conmemorativos.
Coria del Río se presenta como el único consistorio español que iza la bandera de Japón por un vínculo nacido de una historia popular.
El gesto simboliza hospitalidad y memoria de un encuentro. También funciona como reclamo. Llama a curiosos, atrae a medios y dinamiza la economía local con eventos y visitas guiadas. En la práctica, la bandera se ha convertido en una herramienta de promoción y en un sello identitario asumido por gran parte de los vecinos.
El papel del hermanamiento con Sendai
El hermanamiento sirvió para articular actividades educativas, intercambios y actos solemnes. En el municipio pueden verse placas conmemorativas del paso de la delegación, y una escultura de Hasekura Tsunenaga recuerda la travesía en la ribera del Guadalquivir. Cada aniversario añade un capítulo al relato compartido, aunque la base sea más simbólica que documental.
Los datos clave del caso
- Bandera: ondea en la fachada municipal por el vínculo cultural con Japón y el hermanamiento con Sendai.
- Paso histórico: la embajada Keichō estuvo en la zona pocas horas camino de Sevilla.
- Apellido Japón: deriva de Bartolomé Rodríguez Japón, documentado en 1636; no de samuráis.
- ADN: pruebas realizadas a apellidados Japón no detectaron relación con población japonesa.
- Turismo: la leyenda impulsa visitas, señalética y actividades culturales durante todo el año.
Mito frente a hechos
| Mito | Hecho |
|---|---|
| Un grupo de samuráis se instaló en Coria del Río y fundó familias. | La delegación pasó unas horas; no hay constancia de asentamientos. |
| El apellido Japón prueba el origen nipón de cientos de vecinos. | El apellido nace de un apodo de 1636 ligado a viajes a América. |
| La bandera en el consistorio acredita una raíz histórica japonesa. | El izado responde a vínculos culturales y al hermanamiento con Sendai. |
Qué ver en Coria del Río hoy
La ruta más fotografiada discurre por el paseo del Guadalquivir, donde destacan las placas alusivas a la misión y la escultura de Hasekura. El visitante encuentra paneles explicativos, comercios con guiños nipones y referencias al apellido Japón en negocios de la zona. La bandera en la casa consistorial concentra las miradas y protagoniza la instantánea que muchos buscan.
Entre los planes recomendables aparecen actos culturales coincidentes con aniversarios de la misión Keichō y actividades escolares que acercan episodios del temprano contacto hispano-japonés. La gastronomía local mantiene su sello andaluz, con algunos toques inspirados en Japón en cartas de bares y restaurantes.
La otra ruta de Keichō por España
Quien quiera ampliar el viaje puede seguir el itinerario histórico de la delegación. Lugares como Sevilla, Madrid, Sanlúcar, Córdoba, Toledo o Barcelona figuran en las crónicas. No verás banderas japonesas en los ayuntamientos, pero sí referencias en archivos, museos y colecciones que documentan aquella travesía oceánica.
Preguntas prácticas que te puedes hacer
- ¿Se puede izar una bandera extranjera en un ayuntamiento? Sí, en actos y hermanamientos, siempre respetando la prioridad de la bandera de España y el orden protocolario.
- ¿Cómo se comprueba el origen de un apellido? Con registros parroquiales, padrones, protocolos notariales y, si procede, análisis de ADN interpretados por especialistas.
- ¿Aporta beneficios locales? El símbolo genera visibilidad, atrae visitantes y facilita intercambios educativos y culturales con Japón.
Más allá del mito: por qué nos gusta creer
Las comunidades adoptan relatos que cohesionan y proyectan una imagen singular. En Coria del Río, la historia de los samuráis cumplió esa función. La verificación archivística y genética corrigió la genealogía, pero no borró el puente cultural. El pueblo capitalizó el interés y lo convirtió en oportunidad turística.
Si te atraen estos episodios, una buena práctica consiste en separar memoria y documento: disfrutar del símbolo, visitar los lugares y, al mismo tiempo, conocer la evidencia que lo sostiene. El resultado suele ser más rico que la leyenda original: un vínculo real con Sendai, un paseo junto al río y una bandera que, ahora lo sabes, cuenta una historia distinta a la que parece.



Me gusta que separeis memoria y documento: la bandera como puente cultural y no como prueba histórica. El repaso a Hasekura, el ADN y el origen del apellido Japón aclara muchas confusiones que llevábamos arrastrando en Sevilla y Coria del Río. Buen trabajo, sin destruir el encanto.
O sea, los samuráis pasaron unas horas y nos quedamos con la bandera para siempre… marketing level: Guadalquivir. No está mal.