Una cápsula transparente, chorros silenciosos y una promesa tentadora. La hora del baño podría cambiar antes de lo que imaginas.
Japón vuelve a mover ficha con una propuesta inesperada: una cabina automatizada capaz de lavar, masajear y secar a la persona de forma autónoma. La idea suena a ciencia ficción, pero su debut público ya pone fecha al siguiente paso.
De idea setentera a prototipo de 2025
La llamada «lavadora de personas» regresa al escaparate global con la firma de la compañía Science, exhibida en la Expo Osaka Kansai. No nace de cero: su semilla se plantó en 1970, cuando Sanyo —hoy Panasonic— mostró un baño ultrasónico que limpiaba sin esfuerzo humano. Aquella visión no se comercializó, pero marcó una ruta tecnológica que ahora se reactiva con sensores, automatización e interfaces inmersivas.
El concepto actual se presenta como Mirai Ningen Sentakki —“lavadora humana del futuro”—, una cápsula en la que el usuario se sienta y permanece cómodo mientras la máquina gestiona el ciclo completo. El sistema recurre a agua caliente, microburbujas y ondas ultrasónicas para remover la suciedad de la piel y, a la vez, de la ropa que se lleva puesta, prescindiendo de detergentes químicos. Pantallas internas proyectan paisajes y sonidos relajantes para reducir el estrés.
Promesa central: limpieza de piel y ropa en 15 minutos, con control por IA que ajusta temperatura, presión y ambiente según tu estado.
Cómo funciona y qué hace diferente a una ducha
El ciclo dura unos 15 minutos y combina varias fases con objetivos distintos. La máquina añade un plus: integra IA capaz de interpretar señales de ánimo y parámetros vitales para crear una experiencia personalizada.
Las fases del proceso
- Prelavado (5 minutos): agua caliente prepara la piel y el tejido de la ropa.
- Remojo (3 minutos): microburbujas penetran fibras y desprenden partículas superficiales.
- Ultrasonidos: ondas suaves rompen la adherencia de grasa, cal y suciedad sin químicos.
- Aclarado y masaje: chorros tibios y bolas de masaje activan la circulación.
- Secado (5 minutos): aire templado y infrarrojos eliminan la humedad y reducen gérmenes.
| Fase | Duración | Tecnología | Propósito |
|---|---|---|---|
| Prelavado | 5 min | Agua caliente | Abrir poros y fibras |
| Remojo | 3 min | Microburbujas | Desprender suciedad ligera |
| Limpieza | — | Ondas ultrasónicas | Romper biofilm y cal |
| Aclarado y masaje | — | Chorros modulados | Arrastre y relajación |
| Secado | 5 min | Aire e infrarrojos | Eliminar humedad y gérmenes |
El sistema declara una limpieza sin detergentes químicos y un acceso cómodo para personas con movilidad reducida.
Dónde podría usarse y qué problemas resuelve
Science apunta a un despliegue progresivo en espacios que buscan automatizar rutinas y mejorar la asistencia.
- Hoteles y spas: estandarizar la higiene rápida con experiencia sensorial guiada.
- Centros de rehabilitación: soporte a pacientes con fatiga, dolor o movilidad limitada.
- Hogares: opción de cuidado asistido para cuidadores y familias con dependientes.
- Residencias y hospitales: reducción de tiempos de aseo y carga física del personal.
La pieza disruptiva es doble: sustituir duchas y bañeras y, a la vez, reducir lavadoras ligeras al limpiar cuerpo y ropa de una sola vez. La empresa prevé su lanzamiento comercial en 2025, con la vista puesta en protocolos de seguridad y mantenimiento centralizados.
Agua, energía y seguridad: preguntas que te haces
La gran duda es el consumo. Una ducha doméstica suele usar entre 40 y 80 litros según caudal y tiempo. La cápsula apuesta por microburbujas y ciclos cortos para contener el gasto, pero habrá que esperar a fichas técnicas para comparar en igualdad de condiciones.
El secado con aire caliente e infrarrojos agiliza la salida de la cabina. El fabricante prioriza sensores térmicos y de humedad para evitar sobrecalentamientos y asegurar un confort estable. Para entornos profesionales, el argumento clave será la repetibilidad del proceso y la facilidad de limpieza entre usuarios.
Datos, privacidad y mantenimiento
La IA promete adaptar el ciclo a tu estado. Si la cápsula mide parámetros vitales, su llegada a Europa exigirá cumplir marcos como RGPD y normativa específica si el dato pasa a considerarse sanitario. La gestión de historiales, el cifrado y la opción de uso anónimo serán puntos de evaluación.
El mantenimiento pasa por filtros, desinfección de superficies, control de cal y revisión de emisores ultrasónicos. Los ciclos de autolimpieza y los indicadores de recambio resultarán determinantes para su adopción en hoteles o residencias.
Claves para su despliegue: protocolos de desinfección claros, consumo competitivo y garantía de privacidad al tratar datos sensibles.
Qué significa para ti si odias la colada
La propuesta más golosa es la higiene doble. La cabina limpia la piel y la ropa que llevas en ese momento, algo pensado para prendas del día a día. Las microburbujas y los ultrasonidos pueden favorecer resultados en tejidos ligeros, mientras que piezas voluminosas o con estructura rígida podrían no ser candidatas ideales.
La promesa práctica es sencilla: al llegar a casa, te sientas, escoges un modo, y sales seco en 15 minutos con la ropa fresca. Para quienes encadenan turnos, cuidan a otras personas o tienen poco tiempo, el ahorro logístico es evidente. Falta conocer límites de carga textil, recomendaciones por tejido y frecuencia óptima de uso.
Accesibilidad y confort
- Entrada sentada: reduce riesgo de caídas y facilita transferencias asistidas.
- Masaje integrado: alivio para piernas y espalda tras jornadas largas.
- Ambiente inmersivo: imágenes y sonidos para modular el estrés.
Lo que deberías valorar antes de subirte a una
Tipo de piel: pieles muy sensibles o con afecciones activas pueden requerir modos suaves y supervisión médica. Comprueba siempre los rangos de temperatura y presión.
Dispositivos médicos: si llevas implantes o marcapasos, pide al fabricante documentación de compatibilidad con ultrasonidos y campos electromagnéticos, y consulta a tu especialista.
Higiene entre usos: si la usas en entornos compartidos, pregunta por los ciclos automáticos de desinfección, el recambio de filtros y las superficies antibacterianas.
Cómo estimar si te compensa
Haz una simulación sencilla en casa. Mide el caudal de tu ducha con un cubo de 10 litros y cuenta cuántos llenas en un minuto. Multiplica por el tiempo real de tu ducha. Si estás por encima de 60 litros y te duchas dos veces al día, una cápsula de ciclo corto podría interesarte si su consumo real queda por debajo de ese umbral.
Piensa también en la rutina: si necesitas salir seco y vestido en pocos minutos, el valor del secado rápido y el masaje integrado puede pesar más que la comparación estricta de kilovatios.
La ventana temporal es concreta: Science apunta a 2025 para su lanzamiento, con foco en hoteles, clínicas y hogares con dependencia.
Si la adopción despega, podrían surgir modelos con distintos modos de tejido, planes de mantenimiento por suscripción y opciones sin medición de datos para usuarios celosos de su privacidad. También veremos pruebas de estrés en cal y agua dura, un talón de Aquiles habitual en dispositivos con boquillas finas y emisores.
Para familias, cuidadores y personas con movilidad reducida, la clave estará en la ergonomía real: altura del asiento, anclajes, accesos laterales y compatibilidad con ayudas técnicas. Ese detalle, junto con costes de consumo y recambios, determinará si este invento japonés cierra de verdad una página de la historia de la ducha diaria.


