Andrés Millán, abogado: “Vivir de alquiler en lugar de comprar una casa es solo para personas con inteligencia financiera y gran patrimonio”

Andrés Millán, abogado: “Vivir de alquiler en lugar de comprar una casa es solo para personas con inteligencia financiera y gran patrimonio”

El debate es simple y voraz: ¿comprar o vivir de alquiler? En España, donde la casa propia todavía suena a refugio y triunfo familiar, una frase de Andrés Millán, abogado, pone un espejo incómodo: “Vivir de alquiler en lugar de comprar una casa es solo para personas con inteligencia financiera y gran patrimonio”. El eco de esa sentencia atraviesa mesas de cocina, grupos de WhatsApp y calculadoras abiertas en el móvil.

Una tarde de jueves, en la barra de un bar de barrio, escuché a una pareja joven discutir sin alzar la voz. Ella mostraba en el móvil pisos de alquiler con luz de mañana. Él, una hipoteca a tipo mixto con cuota que parecía razonable. La camarera se inclinó y dijo: “Yo firmé, y ahora no me muevo”.

Todos hemos vivido ese momento en el que el corazón tira hacia el nido y el Excel empuja hacia la prudencia. Entre sorbos de café y cuentas en servilletas, surgió el nombre: Andrés Millán. Y su frase contraintuitiva. Intriga.

La frase que incendia el debate inmobiliario

Millán no habla para agradar. Lanza una idea que escuece a quien siente la casa como identidad: alquilar no es fracaso, es estrategia. En su lectura, solo quienes dominan el dinero —y lo tienen— soportan el vértigo de no comprar.

La observación duele porque va contra el relato nacional de la propiedad. España roza tasas de propiedad altas, herencia de generaciones. Aun así, los alquileres suben, la movilidad laboral exige cintura y las hipotecas ya no son ese abrazo tibio de hace una década. El contexto se movió; las creencias, menos.

Si el alquiler fuese mera “pérdida”, nadie con patrimonio lo elegiría. Lo eligen porque libera liquidez y tiempo. Porque el coste real de poseer una casa no es solo la cuota: impuestos, comunidad, reformas, seguros, oportunidades perdidas. La “inteligencia financiera” de Millán apunta a mirar el conjunto, no el ladrillo.

Cuando el Excel te dice una cosa y el estómago otra

Imagina a Nora y Álvaro, 33 y 35 años, dos nóminas estables. Podrían firmar una hipoteca a 30 años por un piso en la periferia. Prefieren alquilar cerca del trabajo y guardar un 20% de su ingreso para invertir. No suena épico. Suena sereno.

Ellos hicieron números de verdad: calcularon ITP, notaría, reformas, derramas probables, IBI y amortizaciones. Sumaron el coste de oportunidad de inmovilizar el ahorro. Lo compararon con un alquiler que subía cada año, sí, pero les permitía cambiar de barrio y de país sin dramas. Es menos fotogénico que una llave nueva, más flexible que un sofá fijo.

La anécdota conecta con datos que cualquiera puede comprobar. Al comprar, la “renta imputada” y los costes periódicos reducen la rentabilidad neta que contamos en la sobremesa. Al alquilar, el gasto es claro, previsible por periodos y negociable. Lo que no se ve pesa: el riesgo de concentrar patrimonio en un punto geográfico, la dependencia de tipos, la liquidez atada a un portal.

La mecánica fría detrás de una decisión cálida

Millán provoca porque quita romance. Compra no es siempre inversión; a veces es consumo con hipoteca. **La hipoteca es una obligación de 20-30 años** que puede ser buena si el flujo de caja aguanta y la vida no da giros bruscos. Si no, es un ancla.

Alquilar, dice, requiere musculatura mental. Hay que soportar el ruido social y tomar el ahorro diferencial para ponerlo a trabajar. Aquí no valen excusas: sin disciplina, el alquiler se convierte en gasto y nada más. Se nota en los números con el paso del tiempo.

En la jerga de Millán, **el alquiler es una decisión de caja**, la compra es una decisión de balance. Quien domina ambas puede elegir sin miedo. Quien confunde casa con plan de jubilación corre el riesgo de sobrecargar la vida. Seamos honestos: nadie hace el cálculo completo cada mes.

Cómo pensar como alquilador inteligente (incluso sin “gran patrimonio”)

Empieza por el diferencial. Resta tu alquiler a la cuota total equivalente de propiedad, sumando IBI, comunidad, mantenimiento y un amortizado mensual del coste de entrada. Ese margen es tu “fondo de libertad”. Automatízalo en una transferencia el día 1 a un vehículo diversificado. El hábito gana a la épica.

No te cases con un barrio por nostalgia si tu trabajo cambia cada dos años. Negocia periodos de alquiler más largos con cláusulas claras de actualización. Si tienes hijos en edad escolar, fija horizonte y revisa cada tres cursos. La movilidad pesa distinto según el ciclo vital. **Libertad de movimiento** es un activo que no cotiza en Idealista.

Recorta errores comunes con una checklist mínima. Evita firmar sin leer la letra pequeña sobre subarriendos, mascotas o obras. No pospongas un seguro de responsabilidad civil por pereza. No ignores la fiscalidad si eres autónomo: hay gastos que sí se pueden imputar.

“Quien alquila y no invierte, solo gasta. Quien compra sin caja, solo se ata.” — Andrés Millán

  • Define tu ratio vivienda: que no pase del 30-35% de tus ingresos netos.
  • Protege un colchón de 6-9 meses antes de invertir agresivo.
  • Negocia siempre: precio, meses gratis, mejoras a cargo del propietario.
  • Revisa el mercado cada 12 meses. Los contratos se renegocian; las hipotecas, también.

Lo que queda cuando baja el ruido

Al final, por qué eliges alquilar o comprar dice más de tu vida que de tu cartera. Hay años para anclar y años para flotar. Millán incomoda porque obliga a pensar en términos de riesgo, liquidez y tiempo. No en fotos del salón con luz dorada.

La inteligencia financiera no es un título. Es una conversación sincera contigo: cuánto margen tienes, cuánto estrés aceptas, qué quieres construir en 5 y 15 años. Compra si suma calma y proyección. Alquila si te da oxígeno y opciones. Comparte esta conversación en la mesa de hoy.

Punto clave Detalle Interes para el lector
Diferencial de vivienda Resta alquiler a coste total de propiedad (cuota + impuestos + mantenimiento) Entender cuánto invertir al mes sin dolor
Liquidez vs. balance Alquilar optimiza caja; comprar concentra patrimonio Elegir según etapa vital y riesgo
Disciplina automática Transferencia mensual del ahorro a cartera diversificada Evitar que el alquiler sea solo gasto

FAQ :

  • ¿Qué quiso decir Millán con “solo para personas con inteligencia financiera y gran patrimonio”?Que alquilar y prosperar exige disciplina de inversión y tolerancia al juicio social; quienes ya tienen patrimonio lo hacen por estrategia, no por necesidad.
  • ¿Y si los alquileres suben cada año?Negocia periodos, busca zonas contiguas y compensa con una cartera que se revalorice. El control está en tu flujo de caja y tu movilidad.
  • ¿Comprar no es siempre mejor a largo plazo?Depende del coste total, la evolución de tipos, tu estabilidad y el rendimiento alternativo de tu dinero. No hay respuesta universal.
  • ¿Cómo evito “malgastar” al alquilar?Con una regla automática: invierte el diferencial mensual. Sin esa práctica, el alquiler se queda en consumo puro.
  • ¿Qué señal indica que es momento de comprar?Estabilidad de ingresos, colchón sólido, horizonte de 7-10 años en la misma zona y cuota total que no asfixie tu 30-35% neto.

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