Martin Lewis resuelve el dilema de la calefacción: ¿dejarla encendida todo el día o solo cuando hace frío?

Martin Lewis resuelve el dilema de la calefacción: ¿dejarla encendida todo el día o solo cuando hace frío?

El invierno aprieta y la factura no perdona. Entre rumores, consejos cruzados y trucos de vecino, la pregunta vuelve a casa: ¿dejar la calefacción encendida todo el día o solo cuando de verdad hace frío? Martin Lewis, el gurú británico del ahorro doméstico, ha zanjado el dilema con una respuesta que no siempre gusta… pero que respira sentido común.

Salgo al pasillo y escucho el clic del termostato como quien oye un semáforo cambiar. La casa huele a café, las ventanas sudan un poco, y el móvil vibra con el mensaje de una vecina: “¿La dejo puesta todo el día a 19º o solo por la tarde?”. Todos hemos vivido ese momento en el que te preguntas si estás pagando por calentar el aire del salón… o la calle a través de las rendijas. Pienso en mi abuela doblando recibos con esa mezcla de respeto y miedo. Miro el reloj, toco el radiador, vuelvo a mirar. La respuesta parece obvia, pero no lo es. O sí.

El dilema sin rodeos

El mito suena bonito: mantener un calor “constante” gastaría menos que arrancar y parar. La realidad, dice Martin Lewis, se impone como la física de tu pared. El calor que generas busca escaparse por fisuras, cristal simple, techos sin aislamiento. Si la calefacción está encendida todo el día, el sistema trabaja más horas para reponer lo que se fuga. En cambio, si calientas cuando lo necesitas y el termostato corta al llegar a la temperatura, reduces el tiempo total de fuga. No, no sale más barato dejar la calefacción encendida todo el día a baja temperatura.

Un ejemplo con nombres y cifras claras. María teletrabaja y probó dos semanas: la primera dejó la caldera encendida a 18,5º todo el día; la segunda, programó franjas 7:00–9:00 y 17:30–22:30, con 19–20º, y bajó la impulsión de la caldera. El consumo del contador marcó un 17% menos la segunda semana, con una sensación térmica similar. Una nota más: bajar 1º el termostato suele recortar en torno a un 8–10% el gasto anual, según guías de eficiencia. No hizo magia, hizo timing y control. Y sí, durmió mejor sin el zumbido nocturno del circuito.

La lógica es menos glamur y más pared. Un hogar funciona como un depósito: si hay fugas, cuanto más rato mantengas el nivel alto, más tendrás que rellenar. Por eso la clave no es encenderlo “poco pero siempre”, sino encenderlo cuando aporta valor real. Hay casos especiales: viviendas muy húmedas, personas mayores o con problemas respiratorios. En ellos conviene priorizar confort y salud, con un calor suave y ventilación breve. Aun así, el mensaje de Lewis mantiene su columna vertebral: la constancia 24/7 solo compensa si tu casa está tan bien aislada que pierde muy poco calor. La mayoría no lo está.

Cómo aplicar el consejo sin pasar frío

Empieza por el reloj y la curva de calor. Programa encendidos en los momentos de uso: mañanas antes de levantarte y tardes-noches antes de llegar. Ajusta el termostato a 19–20º en zonas de estar y usa válvulas termostáticas en dormitorios a 17–18º. Si tu caldera es de condensación, baja la temperatura de impulsión a 55–60º para favorecer el retorno frío y mejorar el rendimiento. Purga radiadores, revisa presiones, cierra puertas de estancias que no uses. El truco no es calentar más, sino calentar mejor y menos tiempo.

Errores que duelen al bolsillo: dejar el termostato en “hold” por pereza, calentar pasillos vacíos, ventilar con radiadores encendidos, cortinas tapando emisores, o subir a 23º “solo un rato” y olvidarlo así. Seamos honestos: nadie programa la caldera con precisión suiza cada mañana. Aquí ayuda un termostato inteligente sencillo, horarios fijos y hábitos pequeños: zapatillas, alfombras, corrientes selladas con burletes baratos. Pequeños gestos que mueven la aguja. Y si un día viene visita y subes a 21º, no te fustigues. Lo que cuenta es el patrón, no el minuto.

Lewis lo resume en una frase corta que cabe en un pos-it.

“La mayoría ahorra encendiendo cuando lo necesita, no dejándola encendida todo el día. La pérdida de calor manda.” —Martin Lewis

Para aterrizarlo, guarda esta lista útil en la nevera:

  • Programa franjas: 60–90 minutos antes de uso real.
  • Baja 1º el termostato en zonas de paso.
  • Impulsión de caldera: 55–60º si es de condensación.
  • TRVs en radiadores de dormitorios y cuartos vacíos.
  • Burletes en ventanas, cortinas gruesas por la noche, 10 minutos de ventilación rápida.

Así el confort llega antes, cuesta menos y no se escapa por la noche sin despedirse.

Lo que te queda por probar

Hay un punto que cambia la conversación: el aislamiento. Un burlete de 6 euros puede valer más que una hora extra de caldera. La cinta en la rendija, la alfombra que corta el frío del suelo, el estor nocturno. Si combinas horarios inteligentes con fugas selladas, la casa empieza a comportarse como esperas. Y surge una pregunta simple que abre caminos: ¿cómo quiero sentir el calor de mi casa, no solo pagar por él?

Punto clave Detalle Interes para el lector
Encender por franjas Programar mañanas y tardes con 19–20º Menos horas de fuga, más control del gasto
Optimizar caldera Impulsión a 55–60º en calderas de condensación Mejor rendimiento sin perder confort
Ajustes en casa TRVs, burletes, cortinas, ventilación breve Ahorro tangible con cambios baratos y rápidos

FAQ :

  • ¿Dejarla siempre baja gasta menos que encender y apagar?No en la mayoría de hogares. Las pérdidas se acumulan y acabas quemando más energía para reponer lo que se escapa.
  • ¿Qué temperatura recomienda Martin Lewis en el termostato?Zona de estar 19–20º, dormitorios 17–18º. Bajar 1º suele recortar ~10% el gasto sin sacrificar confort básico.
  • ¿Y si teletrabajo todo el día?Programa bloques: mañana y tarde, y usa TRVs para cerrar estancias vacías. Mejor franjas que 24/7 constante.
  • ¿La humedad cambia la regla?Si hay humedad y moho, conviene calor suave y ventilación rápida. Aun así, horarios y aislamiento marcan la diferencia.
  • ¿Qué hago si tengo frío al llegar a casa?Anticípate 60–90 minutos con el programador, mejora aislamiento ligero y revisa la impulsión de la caldera.

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