Cada día, lejos de los focos, mujeres resuelven problemas concretos: basura que se vuelve ladrillo, partos más seguros, bosques que se quedan en pie. No salen en tu feed, y quizá por eso su impacto sorprende más.
La escena ocurre en el metro a las 8:03: teléfonos, titulares, un niño que bosteza, un vendedor ambulante que canta bajito. Deslizo el dedo por el móvil y todo parece igual: famosos, polémicas que se evaporan a las 24 horas. Y, sin ruido, en otra orilla del mapa, una ingeniera en Nairobi convierte plástico en ladrillos y una campesina en los Andes decide que su parcela no se vende, pase lo que pase.
Pienso en cuántas historias se me escapan cada día por mirar siempre en el mismo sitio. Lo que no te muestra el algoritmo, te lo puede contar una persona. Enciendo la grabadora mental que todos llevamos y tomo nota de diez mujeres que quizá no conoces y están cambiando cosas que sí te tocan. Diez nombres, diez grietas de luz.
Diez heroínas que están moviendo el mundo (y casi no aparecen en tu timeline)
En Nairobi, la ingeniera Nzambi Matee pisa el patio de su taller como quien entra a una cocina familiar. El plástico que otros tiran, ella lo mezcla y comprime hasta convertirlo en adoquines que resisten más que el hormigón. En el Complexo do Alemão, la bailarina Tuany Nascimento da clases en una cancha abierta; entre risas y puntas gastadas, niñas que esquivaban balas encuentran equilibrio.
En las alturas de Cajamarca, Perú, Máxima Acuña cuida su parcela con un perro a los pies y la mirada firme. No hay grandes gestos, solo constancia y un “aquí me quedo” que salvó una laguna. Son historias pequeñas en escala, gigantes en consecuencia. **No son famosas, son efectivas.** El eco de sus decisiones llega, tarde o temprano, a tu calle.
También están las que empujan la tecnología para abrir puertas. La afgana Roya Mahboob creó empresas para que mujeres trabajaran desde casa cuando la calle era imposible. La india Zubaida Bai diseñó kits de parto limpios y baratos que caben en una bolsa rosa. La ghanesa Farida Bedwei, ingeniera con parálisis cerebral, programó soluciones fintech y demostró que la accesibilidad no se mendiga, se construye.
Hay números detrás que explican el impacto sin apagar la emoción. Los ladrillos de Nzambi ya pavimentan escuelas y patios en barrios donde el plástico solía atascar desagües; la empresa da empleo local y desvía toneladas de residuos. Los kits de Zubaida se han usado en clínicas rurales y han reducido infecciones neonatales, con enfermeras que ahora entran al parto con una herramienta lista.
Roya pagó sueldos a desarrolladoras en Afganistán vía criptomonedas cuando los bancos las dejaban fuera. Farida cofundó un sistema de puntuación de crédito alternativo que permitió a miles de usuarios olvidados pedir micropréstamos. No es magia: es diseño con empatía. En paralelo, Tuany no busca talento para competir en París; busca que bailar sea una forma de respirar.
Entonces, ¿por qué no las conoces? Los algoritmos priorizan la repetición de lo que ya miras. La distancia lingüística es otra barrera: la periodista india Arati Kumar-Rao documenta la “memoria de los ríos” en fotos y mapas que no siempre llegan a medios en español. Kimiko Hirata, activista japonesa, logró el cierre de plantas de carbón en su país con una paciencia que no cabe en el titular urgente.
Nemonte Nenquimo, lideresa Waorani en Ecuador, ganó una demanda histórica para proteger su territorio, y aun así su nombre circula menos que el del último influencer viral. Las noticias abren con lo que arde, no con lo que se cuida. **Historias que mueven agujas, no solo corazones.** Esa es su liga.
Cómo encontrarlas, aprender de ellas y apoyar sin volverse loco
Empieza por cambiar de ventana. Sigue medios que cuentan soluciones y voces locales: Rest of World, Mongabay, Global Press Journal. Busca en Instagram y TikTok hashtags que no sean trending en tu zona: #WomenInSTEM, #ClimateJustice, #IndigenousRights. Crea alertas con palabras sencillas como “inventora ladrillos plástico Kenia” o “escuela ballet favela”.
Si prefieres newsletters, prueba Squirrel News o soluciones periodísticas en tu idioma; suelen traer historias fuera del radar. Mira convocatorias de Ashoka Fellows o Cartier Women’s Initiative: en esas listas aparecen pioneras antes de que suenen. Y no te olvides de organizaciones locales en tu país; hay Ada Nduka Oyom cerca de casa, liderando comunidades tech en Nigeria y más allá, que te van a cambiar el timeline.
Cuando encuentres una historia, piensa en el gesto pequeño. Comparte con contexto, no solo el enlace. Pregunta qué necesitan: a veces es difusión, a veces subtítulos, a veces compras a proveedores que pagan justo. Todos hemos vivido ese momento en el que un post te toca y lo archivas “para luego”. Seamos honestos: nadie hace ese “luego” todos los días. El truco es convertir la emoción en una microacción hoy.
Evita errores comunes. No hables por ellas si puedes citarlas. No conviertas su lucha en tu selfi. Cita fuentes, nombra la comunidad y el territorio, enlaza la cooperativa, no solo la foto épica. Cuando dones, hazlo donde haya trazabilidad y presupuestos públicos. Si hay dudas, pregunta, escucha, ajusta. **Diez mujeres, diez soluciones reales.** Tú decides cuánto acercarte.
Tal vez necesites una frase para colgarla en el corcho mental.
“La esperanza no es un plan; el plan es trabajar.” — Nzambi Matee
- Comparte una crónica de un medio local con una línea de por qué importa en tu ciudad.
- Traduce un subtítulo al español o al inglés para un video con permiso de su autora.
- Compra a un proyecto que pague a mujeres de la comunidad, aunque sea una vez.
- Sigue a Arati Kumar-Rao, Kimiko Hirata o Nemonte Nenquimo y guarda un hilo para volver.
Lo que cambia cuando miramos hacia otro lado del mapa
Cuando conoces a estas diez, tu brújula se afina. Ya no buscas grandilocuencia, buscas oficio: ladrillos, juicios ganados, aulas improvisadas, software que abre cuentas a quien nunca tuvo. La escala deja de intimidar; importa el movimiento. A partir de ahí, la conversación en la mesa cambia: “¿qué hacemos hoy con este plástico?”, “¿a quién estamos leyendo?”, “¿qué compro para que alguien cobre?”
Roya, Máxima, Zubaida, Tuany, Nzambi, Kimiko, Arati, Ada, Farida, Nemonte. Diez nombres que se te pueden escapar si no los anotas. El mundo no necesita que las conozcas para que sigan, aunque a veces un clic a tiempo suma un ladrillo, una clase, un juicio sostenido. La próxima vez que el timeline te canse, muévete un centímetro a la izquierda. Ahí hay vida.
| Punto clave | Detalle | Interes para el lector |
|---|---|---|
| Tecnología con propósito | De ladrillos de plástico a fintech inclusivo | Soluciones replicables en tu barrio |
| Defensa del territorio | Comunidades que frenan extractivismo | Lecciones prácticas para cuidar lo común |
| Puentes de aprendizaje | Medios, hashtags y redes locales | Cómo descubrir historias antes de que sean virales |
FAQ :
- ¿Quiénes son las 10 heroínas citadas?Nzambi Matee, Tuany Nascimento, Máxima Acuña, Roya Mahboob, Zubaida Bai, Farida Bedwei, Arati Kumar-Rao, Kimiko Hirata, Ada Nduka Oyom y Nemonte Nenquimo.
- ¿Por qué no salen en las noticias habituales?Porque el foco suele ir a celebridades y conflictos; ellas trabajan en procesos largos, locales y sin espectáculo.
- ¿Qué puedo hacer en 10 minutos hoy?Seguir a dos de ellas, guardar un hilo útil, compartir una fuente local con contexto y crear una alerta de palabras clave.
- ¿Cómo compruebo que el proyecto no es “greenwashing”?Busca presupuestos, resultados medibles, voces de la comunidad y seguimiento independiente.
- ¿Puedo proponer más nombres?Sí. Menciona la fuente, enlaza su trabajo y explica en una frase clara por qué su impacto es real.


