Si tu perro jadea sin parar en la terraza o tu gato lame algo raro debajo del fregadero, la línea entre “se pasa solo” y “hay que correr” se vuelve muy fina. En verano y en cocinas llenas de tentaciones, los accidentes no avisan. Aquí va lo que salva minutos… y mascotas.
La tarde cae a plomo sobre el asfalto y el aire vibra como si alguien hubiese encendido un secador gigante. Un bulldog descansa a la sombra, pero su lengua no se recoge, sus ojos buscan algo que no está. Al otro lado de la calle, una vecina habla con voz temblorosa: “No deja de babear, ¿le pasa algo?”. El silencio pesa. Un repartidor saca de su mochila una botella de agua, moja una toalla, abanica. Nadie está seguro, todos miran el reloj como si el tiempo pudiera estirarse. El perro tiembla. La vecina marca el número del veterinario. Entonces ocurre una cosa sencilla que cambia la escena.
Golpe de calor: señales que no puedes dejar pasar
El golpe de calor no llega como un trueno, llega como un grifo que se abre y no cierra. Primero es un jadeo fuerte, luego la boca se llena de hilo de saliva, las encías se vuelven rojo intenso. El animal pierde el interés por todo y su andar se vuelve torpe. Ese cuadro, en minutos, puede derivar en vómitos, diarrea, colapso o convulsiones. Un perro o un gato no transpiran como nosotros. Su termostato depende del jadeo, de las almohadillas, de la sombra. Cuando el cuerpo sube por encima de lo que puede disipar, empieza el problema.
Una historia breve: un border collie en una ruta de senderismo, 32 ºC a la sombra, viento quieto. Al principio tiraba de la correa, luego se queda atrás, se sienta sin aviso. La dueña toca sus orejas y están ardiendo. Le ofrece agua, bebe dos sorbos y la aparta. Bajan al arroyo, lo mojan en cuello, axilas y vientre, lo abanican, y llaman a urgencias. En el coche, con el aire apuntando al pecho, su respiración baja de metrónomo roto a ritmo humano. Llegan a la clínica con la temperatura rozando 40 ºC. Sale en dos horas con su sonrisa de siempre y una lección que no se olvida.
¿Qué pasa dentro? El cuerpo en sobrecalentamiento “cuece” proteínas y altera la coagulación. La sangre circula mal por la piel si usas frío extremo y eso atrapa el calor dentro. Por eso el agua debe ser fresca, no helada, y los paños húmedos van en cuello, ingles y axilas, sin envolver al animal como si fuera un burrito. La meta no es bajar a lo loco, es llevar la temperatura a alrededor de 39,5 ºC y mantenerla, con aire en movimiento. Lo que ocurre en diez minutos cambia una vida.
Intoxicaciones: qué hacer y qué no hacer cuando sospechas veneno
Hay venenos silenciosos en casa. Chocolate oscuro, xilitol de un chicle “sin azúcar”, uvas y pasas, cebolla, ibuprofeno, limpiadores, marihuana en galleta, nicotina líquida, lirios para un gato. El primer paso es muy concreto: apartar al animal de la fuente, guardar la etiqueta o el envase, y lavar con agua abundante si hay contacto con piel o boca por cáusticos. No des comida “para amortiguar” ni leche “porque neutraliza”. Llama al veterinario o a un servicio de toxicología veterinaria con el nombre del producto, la cantidad y el tiempo transcurrido. Cada minuto con dato vale por dos sin él.
El error más común es intentar provocar el vómito “para que salga”. Con ciertos tóxicos, vomitar empeora el daño o aspiran el contenido. Con corrosivos, pilas, hidrocarburos o productos espumosos, provocar vómito es peligroso. El peróxido de hidrógeno al 3% solo se usa bajo indicación veterinaria y con dosis pesadas al milímetro. Seamos honestos: nadie mide mililitros con una jeringa en pánico. Mantén la calma, ofrece pequeñas cantidades de agua si el animal está consciente y traga bien, y organiza el traslado. **Nunca des sal ni “remedios caseros” que viste en una red social.**
Todos hemos vivido ese momento en que miras el suelo y no sabes qué tragó.
“Si no estás seguro de qué ha sido, actúa como si fuese lo peor y busca ayuda. La duda es el verdadero riesgo”, me dijo una veterinaria de urgencias que ve tres casos de intoxicación por noche en verano.
- Kit exprés en casa: suero fisiológico, paños, termómetro digital, guantes, jeringas de 5–10 ml, gasas, número del veterinario y de un tóxico-center pegado a la nevera.
- Datos clave al llamar: especie, peso, producto exacto, hora de la exposición, síntomas visibles.
- Transporte: mantén al animal en posición cómoda, con la cabeza ligeramente elevada si hay náusea, y ventilación.
Cómo actuar minuto a minuto sin perder la cabeza
Golpe de calor: mueve al animal a sombra o interior, pon un ventilador o crea corriente con una revista. Humedece cuello, ingles, axilas y almohadillas con agua fresca. Ofrece tragos pequeños y frecuentes, sin forzar. Toma la temperatura si puedes: en perros y gatos, lo normal ronda 38–39,2 ºC. Si pasa de 40–40,5 ºC, la urgencia no es teórica. **En cuanto el jadeo baje y se acerque a 39,5 ºC, detén el enfriamiento activo y ve al veterinario.** No tapes todo el cuerpo con toallas empapadas, el calor queda atrapado.
Intoxicación: retira el tóxico de su alcance y ventila la zona si hay vapores. Si hubo contacto externo con algo irritante, enjuaga con agua tibia durante varios minutos. No des carbón activado “porque sí”: funciona con algunos tóxicos y no con otros, y su uso se decide por tiempo y dosis. Guarda restos de vómito en una bolsa si los hay, puede ayudar a identificar el agente. **Una llamada con información concreta acelera el tratamiento más que cualquier truco de internet.**
Hay señales rojas que cambian el guion: encías pálidas o azuladas, desmayo, convulsiones, vómito repetido con sangre, dificultad para respirar, ritmo cardíaco muy alto, confusión. En esos casos, el desplazamiento a una clínica no es debatible. No te culpes si el plan perfecto no sale perfecto. “Soy dueña de perro y, aun así, me he bloqueado cuando se tragó una tableta de ibuprofeno”, me confesó una amiga periodista. **La preparación no es saberlo todo, es tener claro el primer paso.**
Una cosa bonita de todo esto es que cambia la mirada sobre lo cotidiano. El paseo de las seis se convierte en un juego de sombras, las bolsas de la compra viajan con los productos peligrosos siempre arriba, el jardín se revisa por plantas que no sabías que eran veneno para un gato. Un vecino deja una botella de agua en el portal, otro comparte el teléfono de su clínica favorita. Lo que parece pequeño es lo que sostiene el día. No hace falta obsesionarse, sí afinar el instinto y hablarlo en casa: quién llama, quién busca el transportín, quién coge el kit. Comparte esta guía con quien pasea a tu perro o cuida a tu gato. No para asustar, sino para que, cuando toque, las manos actúen solas.
| Punto clave | Detalle | Interés para el lector |
|---|---|---|
| Señales del golpe de calor | Jadeo intenso, encías rojo vivo, vómitos/diarrea, debilidad, colapso | Reconocer rápido evita daños graves y reduce el tiempo de recuperación |
| Primeros auxilios seguros | Enfriar con agua fresca en cuello/ingles/axilas, ventilación, tragos pequeños, sin hielo | Pasos claros y aplicables en la calle, en el coche o en casa |
| Intoxicaciones domésticas | Chocolate, xilitol, uvas, fármacos humanos, limpiadores, plantas tóxicas | Identificar riesgos cotidianos y saber cuándo y cómo actuar o llamar |
FAQ :
- ¿Cómo distingo un golpe de calor de “simple” cansancio?El jadeo no cede con el descanso, la saliva es espesa, las encías se ven muy rojas y aparece desorientación. Si hay vómitos o se tumba de golpe, trata como golpe de calor y busca ayuda.
- ¿Puedo darle un baño frío o ponerle hielo?Mejor agua fresca, no helada. El frío extremo contrae vasos sanguíneos y “encierra” el calor. Moja cuello, ingles y axilas y usa ventilación. Detén el enfriamiento cuando la temperatura se acerque a 39,5 ºC.
- Si mi perro se comió chocolate, ¿provoco el vómito?No sin indicación. Con ciertos tóxicos el vómito es contraproducente. Llama con el tipo de chocolate, cantidad y peso del animal para que te guíen con el siguiente paso.
- ¿Qué hago si bebió un limpiador o mordió una pila?Enjuaga boca y piel con agua tibia durante varios minutos y acude a una clínica. No provoques vómito con cáusticos o pilas. Lleva el envase o una foto de la etiqueta.
- ¿Qué temperatura es fiebre en perro o gato?Lo normal está entre 38 y 39,2 ºC. Por encima de 39,5 ºC hablamos de fiebre. Con 40–40,5 ºC y signos de golpe de calor, la situación es urgente.


