¿Purgas radiadores con la calefacción encendida o apagada? 7 pasos y 3 errores que te cuestan 100 €

« Siempre lo hacía igual… hasta que vi lo que estaba perdiendo » : el gesto que podría estar subiendo tu factura sin saberlo

Vuelven los ruidos, las zonas frías y las facturas que suben sin avisar. Y también la duda que enfrenta a muchos hogares.

La respuesta existe y afecta a tu seguridad, a tu **consumo** y al confort diario. Técnicos de **calefacción** aclaran el debate y comparten un método claro para que tus **radiadores** vuelvan a rendir como deben.

Qué significa purgar un radiador

Purgar es liberar el **aire atrapado** en el circuito para que el agua caliente circule sin obstáculos. Ese aire forma burbujas que frenan el caudal, aparecen **zonas frías** en la parte superior del radiador y la **caldera** trabaja más tiempo para lograr la misma temperatura. Resultado: más gasto y menos confort.

  • Señales claras: parte alta fría, ruidos de gorgoteo, o **presión** del circuito que sube y baja sin motivo.
  • Consecuencia directa: pérdida de **eficiencia** y picos de consumo que pueden superar el 10% si el problema se mantiene.
  • Riesgo oculto: funcionamiento irregular que acorta la vida de válvulas, bombas y junta de radiadores.

Encendida o apagada: la confirmación de los expertos

La purga se realiza con la **calefacción apagada** y el agua fría. Con el sistema encendido, el líquido circula a alta **temperatura** (60–75 ºC habituales) y a mayor presión; abrir una **válvula de purga** en esas condiciones multiplica el **riesgo de quemaduras** y salpicaduras.

Purgar siempre con el sistema apagado y frío. Objetivo: expulsar solo aire hasta que el chorro de agua sea continuo.

Condición Apagada y fría Encendida y caliente
Seguridad Sin riesgo térmico; manejo controlado Riesgo de quemaduras y salidas bruscas
Presión del circuito Más baja y estable Más alta; purga irregular
Resultado Purgado uniforme y eficaz Expulsión de agua en exceso; desajustes
Recomendación técnica Recomendada No recomendada

Guía paso a paso: 7 movimientos seguros

  • Apaga la **calefacción** y espera 30–60 minutos hasta que el agua esté fría.
  • Identifica la **válvula de purga** en la parte superior lateral del radiador.
  • Coloca un vaso o cuenco y un paño debajo; evita mojar el suelo.
  • Con llave de purga o destornillador, gira lentamente un cuarto de vuelta.
  • Escucha el silbido del aire; cuando salga **agua continua** sin burbujas, cierra.
  • Repite en todos los **radiadores**, del más cercano a la caldera al más lejano.
  • Revisa la **presión de la caldera** y ajústala entre 1,0 y 1,5 bar según el fabricante.
  • Después de purgar, comprueba presión: 1,0–1,5 bar. Un radiador bien purgado se calienta de abajo arriba de forma homogénea.

    Cuándo hacerlo y cada cuánto

    • Antes del invierno y tras largos periodos sin uso del sistema.
    • Después de obras, cambios de radiadores o intervenciones en el circuito.
    • Si oyes **gorgoteos**, notas la parte superior fría o ves la presión inestable.
    • En calefacción central: realiza la purga cuando el edificio tenga el circuito parado o con baja demanda y avisando al administrador.

    Los 3 errores que te cuestan dinero

    • Sacar demasiada agua. Bajas la **presión**, la caldera se bloquea y llega la visita del técnico: 60–100 € fácilmente.
    • Purgar con el sistema caliente. Riesgo de **quemaduras** y vaciado descontrolado; además, el aire vuelve a moverse por el circuito.
    • Olvidar el ajuste final. No revisar la **presión** deja el circuito con aire y el problema reaparece en días.

    Ajustes que mejoran el ahorro tras la purga

    Un purgado correcto devuelve el rendimiento, pero el **ahorro energético** real se logra con pequeños hábitos que suman.

    • Termostato: 20–21 ºC de día y 17–18 ºC de noche. Cada grado extra puede elevar el consumo entre un 6% y un 10%.
    • Espacio libre: no tapes los **radiadores** con muebles o cortinas; deja al menos 20 cm de margen frontal.
    • Aislamiento: burletes en ventanas, cortinas gruesas por la noche y alfombras en suelos fríos.
    • Ventilación corta: 5–10 minutos con ventanas enfrentadas; ventilar más tiempo enfría paredes y obliga a la **caldera** a recuperar durante horas.
    • Mantenimiento anual: revisar filtros, bomba y purga automática si existe; reduce averías y ruidos.
    • Reflectores térmicos detrás de radiadores en paredes exteriores: ayudan a dirigir el calor al interior.

    Preguntas rápidas que te sacan de dudas

    • ¿Sale agua marrón? Es normal al inicio; purga hasta que sea clara y continua.
    • ¿No sale aire ni agua? Posible obstrucción o válvula atascada; no fuerces, revisa el manual de tu **caldera** o llama a un técnico.
    • ¿Radiadores toalleros? Se purgan igual, siempre desde la válvula superior y con el sistema frío.

    Si dudas, cierra la válvula, deja enfriar el circuito y reanuda el proceso con giros mínimos. La prudencia evita averías.

    Cuánto puedes ahorrar con un purgado a tiempo

    Un piso medio con 6–8 **radiadores** y dos unidades con aire puede perder entre un 5% y un 15% de rendimiento. En una vivienda que gasta 60–80 € al mes en calefacción, corregir ese problema significa **ahorrar** 3–12 € mensuales, además de alargar la vida de la **bomba** y las válvulas.

    Simulación rápida

    • Antes: dos radiadores calientes abajo y fríos arriba, **presión** inestable y ruido nocturno.
    • Acción: purga en frío, ajuste a 1,2 bar, despeje de muebles y termostato a 20,5 ºC.
    • Después: calor uniforme y ciclos de **caldera** más cortos; factura estimada un 8% menor en el siguiente periodo.

    Riesgos y precauciones que no conviene ignorar

    No purgues con niños o mascotas alrededor. Coloca trapos para evitar resbalones. Si la válvula gotea tras cerrar, aprieta un poco más sin excederte; si persiste, cambia la junta. En edificios con **calefacción central**, coordina la purga para no descompensar la **presión** del conjunto.

    Si tu instalación incorpora **desfangador** o purgadores automáticos, mantenlos limpios: eliminan microburbujas y lodos que restan rendimiento. Y recuerda: la mejor señal de un purgado correcto es un radiador que calienta homogéneo de abajo arriba y una **presión** estable dentro de su rango.

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