Semillas de girasol para el año que viene: cómo recogerlas y guardarlas correctamente

Semillas de girasol para el año que viene: cómo recogerlas y guardarlas correctamente

Las cabezas de girasol se inclinan al final del verano como si guardaran un secreto. Dentro, cientos de semillas esperan su momento, mientras el viento trae humedad, los pájaros tantean y el tiempo corre. Quien quiera guardarlas para el año que viene entra en una partida silenciosa contra el moho, los roedores y la prisa. La escena parece sencilla: cortar, secar, guardar. La realidad se juega en detalles minúsculos que separan una germinación alegre de un sobre lleno de cáscaras vacías.

En el huerto de un amigo, una tarde de septiembre, vi cómo una **cabeza de girasol** bien grande crujía entre las manos. El sol caía oblicuo, las espigas del borde hacían sombra, y las abejas ya se habían ido. Al frotar los discos, las semillas salían como fichas, con ese “tic” leve que suena a otoño y promesa. *Huele a paja tibia y a lluvia que no llegó.* Él sonrió, guardó un puñado en el bolsillo y habló de marzo. Me quedé mirando el color del dorso, marrón tostado, y la textura áspera que avisa que ya no hay savia. La tentación de cortarlo todo rápido es fuerte. La trampa está en el tiempo.

Cuándo cortar y leer las señales de madurez

Una planta te habla con gestos. El dorso del capítulo pasa de verde a amarillo pajizo, luego a marrón, y las pequeñas flores tubulares del centro se secan y se desprenden al soplar. Ese es el idioma del girasol para decir “ya”. Si al presionar con la uña la semilla se siente llena, firme, y la cáscara luce bien definida, la madurez va en buen camino. Si el tallo aún está jugoso, espera un poco más, porque un corte temprano se paga con semillas flacas y pálidas.

Marta, en Valladolid, perdió una cosecha por un golpe de lluvia tardía. Había cortado dos días antes, con el dorso aún verdoso, y pensó que el garaje haría el resto. La humedad se agarró a la pulpa y aparecieron manchas grises en una semana. A la temporada siguiente cambió de táctica: dejó las cabezas en la planta hasta que los pétalos se cayeron del todo, puso una malla contra gorriones y cortó con 25 cm de tallo cuando el reverso estuvo bien tostado. Su tasa de germinación saltó de “a ver si alguna sale” a “ocho de cada diez”.

El porqué es sencillo y te salva semillas. El llenado final ocurre cuando el disco ya perdió el brillo y la planta concentra reservas en el grano. Si cortas antes, interrumpes ese trasvase y la semilla queda hueca. También cuenta el tipo: si tu girasol es híbrido F1, la descendencia no repetirá rasgo con fidelidad. Para guardar “tal cual”, busca variedades de polinización abierta, etiqueta las plantas que más te gusten y mantén distancia entre tipos si no quieres cruces alocados. Es una coreografía entre genética y calendario.

Cosecha limpia: cortar, secar y desgranar sin perder viabilidad

La técnica que menos falla es simple y constante. Corta las cabezas con un cuchillo limpio dejando un rabito largo y cuélgalas boca abajo en un lugar ventilado, a la sombra, con una **bolsa de papel** atada por debajo para recibir las semillas que caen. Nada de plástico, que atrapa humedad. A los tres o cinco días, frota con la mano o con un cepillo suave y recoge en una bandeja. Un tamiz ayuda a separar restos, y un soplador a baja potencia “aventará” las cascarillas.

Todos hemos vivido ese momento en el que el cielo amaga tormenta el día que ibas a cortar. ¿Te toca lavar porque hay polvo o polen pegado? Un enjuague breve sirve, y luego secado inmediato en capas finas sobre malla, 3 a 7 días según clima. No uses horno caliente ni radiador fuerte, que mata el embrión. Seamos honestos: nadie hace eso todos los días. Reserva 20 minutos, pon un ventilador suave, gira las semillas y prueba con el “click”: si al partir una suena nítido y no se dobla, ya pueden pasar al sobre.

Hay un detalle que separa una buena cosecha de una anécdota triste. La semilla necesita aire y oscuridad, y un poquito de paciencia para perder el agua que le sobra sin perder su “vida” interna. Introduce un paso final sencillo y verás la diferencia.

“El año que fijé la fecha con el calendario, perdí media tanda. El año que seguí el dorso y el crujido, llené tres frascos”, cuenta Luis, hortelano de Burgos.

  • Comprueba 2 veces: dorso marrón y flores tubulares desprendidas.
  • Seca en capas finas, sin calor directo.
  • Etiqueta fecha y variedad en el mismo día.
  • Guarda primero en papel, luego en vidrio con sílice.

Almacenamiento y ese hilo fino que une hoy con la próxima primavera

Tu misión después del secado es sencilla: silencio, oscuridad y fresco. Un tarro de vidrio con tapa hermética y un sobrecito de gel de sílice mantiene estable la humedad; dentro, un sobre de papel con nombre y fecha. Colócalo en un lugar que no varíe: un armario interior, una caja en la parte baja del frigorífico, o una despensa seca sin cambios bruscos. No hace falta congelar para un año, aunque el frío suave alarga la vida; lo que mata la viabilidad son el calor y la humedad repetidos. Revisa una vez al mes, como quien mira un álbum: un minuto, sin abrir demasiado, solo por si asoma alguna mancha o un olor raro. Lo bonito llega después, cuando en marzo o abril abres el frasco, vuelves a oler a verano contenido, y piensas en dónde irá el giro del sol este año. Lo cuentas y alguien cercano te dice que también quiere probar.

Punto clave Detalle Interes para el lector
Madurez real Dorso marrón y flores tubulares sueltas Evita semillas huecas que no germinan
Secado correcto Sombrío, ventilado, capas finas, sin calor Conserva **semillas viables** para meses
Almacenamiento Papel dentro de vidrio, gel de sílice, lugar fresco Previene moho, mantiene poder de germinación

FAQ :

  • ¿Cómo sé el día exacto para cortar las cabezas?Cuando el reverso está marrón, los pétalos cayeron y las flores tubulares del centro se desprenden al frotar. Si la semilla se siente llena al apretarla, llegó el momento.
  • ¿Sirven las semillas que como para plantar al año siguiente?Sí, si son de una variedad de polinización abierta y no tostadas ni saladas. Las de híbridos pueden salir “distintas” a la planta madre.
  • ¿Lavo o no lavo las semillas antes de guardar?Solo si están sucias. Enjuague rápido y secado total en malla durante varios días. El agua sobrante en el interior es el atajo al moho.
  • ¿Puedo usar el horno para acelerar el secado?No. El calor alto daña el embrión. Mejor ventilador suave, sombra y tiempo. Un “click” nítido al partir indica que ya están secas.
  • ¿Cuánto tiempo se mantienen viables?Un año con facilidad en condiciones frescas y secas. Hasta dos o tres si el almacenamiento es excelente y constante.

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