Ventanas empañadas, olor a cerrado y paredes que se enfrían rápido. Tres pistas discretas que anticipan un problema mayor.
La OCU vuelve a poner el foco en un hábito que cuesta cero euros y cambia el aire de tu hogar. Un gesto breve, repetido a diario, frena la humedad, contiene los olores y protege tu salud respiratoria.
Qué propone la OCU y por qué funciona
El consejo es directo: ventilar cada día. Sin aparatos, sin pinturas especiales y sin compras impulsivas. Abrir bien las ventanas y crear corriente durante al menos 15 minutos renueva el aire, arrastra el vapor acumulado y reduce la condensación en superficies frías. El resultado se nota en paredes, textiles y vías respiratorias.
La vida diaria añade vapor al ambiente: cocinar, ducharse y hasta respirar. Un hogar de cuatro personas puede aportar entre 10 y 15 litros de agua al día al interior. Si ese vapor no sale, busca cualquier superficie fría para depositarse. Ahí nacen el moho y los ácaros.
La recomendación central de la OCU es gratuita y preventiva: abrir y cruzar ventanas a diario para cortar la humedad antes de que anide en paredes, muebles y tejidos.
Cómo ventilar sin pasar frío ni desperdiciar energía
Se trata de renovar el aire rápido y a favor del clima exterior. Unos minutos bien hechos son más efectivos que tener una ventana entreabierta durante horas.
Tiempo y frecuencia
- Invierno: ventila entre las 12:00 y las 15:00, cuando el aire está algo más seco. Diez o 15 minutos bastan si hay corriente.
- Verano: hazlo a primera hora y al atardecer. Evita abrir en las horas de más bochorno.
- Después de cocinar o ducharte: ventila de inmediato. Usa el extractor y deja la puerta entornada para acelerar la salida del vapor.
Zonas críticas
- Cocina, baño y dormitorio: son los focos de mayor humedad. Priorízalos.
- No tapes rejillas de aire ni fisuras de ventilación. Mantén libre el recorrido de la corriente.
- Evita pegar muebles grandes a paredes frías. Deja unos centímetros para que el aire circule.
Mejor un choque de aire corto y cruzado que una rendija abierta todo el día: renueva antes, seca más y enfría menos la casa.
Señales que te avisan a tiempo
La humedad avisa si sabes mirar. Estas señales suelen aparecer primero:
- Manchas oscuras o puntitos en esquinas, techos y detrás de muebles.
- Olor a moho que no se va, especialmente por la mañana.
- Condensación recurrente en cristales y marcos.
- Pintura que se abomba, yeso que se cuartea, paredes frías al tacto.
Controla el ambiente con un higrómetro. El rango saludable ronda el 40-60% de humedad relativa. Si sobrepasas ese límite, refuerza la ventilación y seca las estancias tras cada uso.
Apunta un objetivo: mantener la humedad relativa entre el 40% y el 60% para proteger tu respiración y los materiales de tu casa.
Cuando no es solo condensación: capilaridad y filtraciones
Si ventilar no basta, localiza el origen. No todo es vapor acumulado.
- Capilaridad: el agua sube desde el terreno por muros bajos. Suele dejar rodapiés hinchados y salitre.
- Filtraciones: entra agua por cubierta, fachada o juntas. A menudo aparecen cercos tras lluvias.
- Fugas: tuberías o desagües con pérdida. Dan manchas localizadas que crecen sin que llueva.
Haz un repaso periódico: canalones y bajantes tras lluvias, impermeabilización del tejado y sumideros en cubierta, grietas en fachada y estado del revestimiento cada pocos años. En suelos exteriores, comprueba el drenaje para que el agua no se estanque junto a la vivienda.
Acciones rápidas según la situación
| Situación | Acción inmediata |
|---|---|
| Vaho en cristales cada mañana | Ventilación cruzada de 15 minutos al despertar y puerta del dormitorio entornada |
| Baño sin ventana | Extractor 10 minutos tras la ducha y puerta abierta después |
| Cocción intensa | Tapa ollas, activa el extractor y ventila al terminar |
| Mancha persistente en un rincón | Separa muebles, ventila a diario y revisa posible filtración |
| Olor a moho en armarios | Abre puertas a diario, coloca separadores de pared y renueva el aire |
Errores que disparan la humedad
- Tender ropa dentro sin ventilar de inmediato.
- Cerrar cocina y baño tras usarlos, con el vapor atrapado.
- Sellar por completo las juntas de ventanas y tapar rejillas.
- Apoyar armarios grandes contra muros fríos sin holgura.
- Calentar mucho la casa pero sin renovar el aire cargado.
- Confiarlo todo a pinturas “antihumedad”: maquillan el síntoma, no resuelven la causa.
Un plan simple de 7 días para recuperar el control
- Día 1: medición con higrómetro en dormitorio, salón, cocina y baño.
- Día 2: rutina de corrientes de aire por la mañana y tras cada ducha o cocción.
- Día 3: despeja zócalos y separa muebles de paredes frías.
- Día 4: revisa burletes, rejillas y el tiro del extractor.
- Día 5: inspección visual de canalones, cubiertas y encuentros de fachada.
- Día 6: ventila armarios 10 minutos y renueva cajas húmedas.
- Día 7: reevalúa humedad relativa y ajusta horarios de ventilación.
Salud, confort y cartera: lo que te juegas
La humedad alta irrita las vías respiratorias y agrava asma y rinitis. También acelera el deterioro de pinturas, maderas y textiles. Mantener un aire interior limpio y relativamente seco mejora el descanso y reduce averías. Y tiene impacto económico: menos moho supone menos reparaciones y un uso más eficiente de la calefacción, porque un ambiente equilibrado se calienta mejor.
Cuándo pedir ayuda y qué puedes reclamar
Si detectas capilaridad, filtraciones o una fuga, toma fotos, anota fechas y avisa al administrador, al seguro o al propietario si estás de alquiler. Un informe técnico ayuda a delimitar responsabilidades y evita chapuzas repetidas. No retrases la llamada: el agua acumulada encarece cualquier arreglo.
Información práctica para ir un paso más allá
Secar la ropa en interior solo es viable si abres ventanas a la vez o usas extractor. Plantas y acuarios suman vapor: compensa con más ventilación. Si el higrómetro supera de forma sostenida el 65%, valora un deshumidificador como apoyo temporal, pero mantén el hábito diario de abrir y cruzar el aire. La combinación de medición, horarios inteligentes y corrientes cortas es el cimiento de una casa más sana.
Si hoy solo haces una cosa, que sea esta: abre dos puntos opuestos de la vivienda y deja que el aire cruce la casa durante 15 minutos.



Siempre pensé que abrir las ventanas era tirar el calor. ¿De verdad 15 minutos no enfrían la casa en pleno enero? Vivo en Burgos…