La cocina casera cambia de ritmo y los supermercados ajustan sus mostradores. En medio, tu tiempo diario vale más.
La comida de hoy se decide entre el trabajo, la prisa y el bolsillo. Los **platos preparados** se han colado en esa ecuación. Y han pasado de ser un apaño a ocupar un sitio estable en tu menú semanal.
Mercadona vio venir el cambio
La apuesta de **Mercadona** por su sección **Listo para comer** fue criticada al principio. Hoy marca tendencia. El mostrador caliente, el horno siempre encendido y la **comida lista** al lado de la fruta han reconfigurado la tienda de barrio. Ya no solo compras. También eliges qué comer sin sentarte en un restaurante.
El mercado de **platos preparados** roza los **10.000 M€** y crece al **11% en valor** entre 2023 y 2025.
La competencia se mueve. **Carrefour**, **Alcampo** o **Eroski** ampliaron muestrarios, horarios y recetas. Las marcas gourmet prueban **versiones refrigeradas** de sus especialidades. El resultado se ve en tu **carrito de la compra**. Más envases con tapa termosellada. Más raciones individuales. Más combinaciones con ensaladas, arroces y cremas.
Un hábito masivo que te incluye
El fenómeno ya no es de nicho. **Cada hogar** español compra **49 veces al año** este tipo de platos. Casi una vez por semana. La **penetración** llega al **98,6%**. Prácticamente todos pasan alguna vez por el lineal de **ready to eat**.
La comodidad se impone: eliges por rapidez y por sabor, no solo por falta de tiempo.
La oferta también cambió. Llegan recetas más equilibradas, panes mejores, salsas con menos sal y envases más fáciles de reciclar. La **conveniencia** ya no pelea con la **calidad percibida**. Ese equilibrio sostiene el crecimiento.
¿Por qué la gente compra más platos listos?
- Trabajas más horas y llegas tarde a casa.
- Quieres sabor estable sin improvisar recetas.
- Buscas **precio controlado** frente a la restauración.
- Prefieres porciones medidas para no tirar comida.
- Te atraen recetas locales con **formato para llevar**.
Los números que mueven tu decisión
| Indicador | Dato |
|---|---|
| Facturación del mercado | ≈ **10.000 M€** |
| Crecimiento en valor (2023-2025) | **11%** |
| Crecimiento en volumen (2023-2025) | **8%** |
| Penetración hogares | **98,6%** |
| Compras por hogar | **49** al año |
La tienda se parece más a un restaurante
Este auge borra fronteras entre cocinar en casa y comer fuera. El mostrador caliente convive con la pescadería. Se estandarizan hornos, bandejas GN y vitrinas de regeneración rápida. La logística se adapta. Más **cadena de frío**, más picos de producción al mediodía, más señalización de alérgenos y trazabilidad por lote.
Para el cliente, la experiencia es directa. Ves el producto. Preguntas por los ingredientes. Te lo sirven listo o lo calientas tú. Esa interacción ha devuelto a las tiendas un aire de barra de barrio, con recetas reconocibles y rotación alta que evita mermas.
Precio, tiempo y nutrición: lo que comparas a diario
Si cocinas una crema, inviertes media hora entre pelar, cocer y triturar. El preparado se calienta en tres minutos. Un arroz con pollo hecho en casa requiere fuego y limpieza. La bandeja lista no mancha y mantiene el coste controlado. En nutrición, la clave está en leer la etiqueta y combinar. Una crema preparada con un filete fresco te da una comida completa sin exceder calorías.
Elige porciones con **proteína** clara, **verdura** visible y **salsas** con lista de ingredientes corta.
Lo que hacen las cadenas para no perder el tren
El sector no se quedó quieto. Se suman menús del día a precio cerrado, combos de ensalada + principal, y **recetas regionales** que cambian por semana. Crece la oferta de **platos refrigerados** frente a los ultracongelados por textura y sabor. Los envases pasan a ser monomaterial para facilitar el reciclaje. La información de alérgenos es más visible. Y la cocina central estandariza procesos para que el sabor no varíe por tienda.
Seis señales de la nueva era del “ready to eat”
- Más mostradores con parrilla y horno a la vista.
- Ventanas horarias ampliadas al mediodía y noche.
- Recetas “sin” (gluten, lactosa) con etiquetado claro.
- Porciones pequeñas para una persona y formato familiar.
- Mayor rotación de temporada: cremas en otoño, ensaladas en verano.
- Promociones cruzadas con panadería y bebidas frías.
Seguridad y recalentado: cómo hacerlo bien en casa
La seguridad alimentaria no se negocia. Respeta la cadena de frío y consume el producto en los plazos marcados. Regenera solo una vez. Usa recipientes aptos para microondas. Si puedes, remueve a mitad del calentado para que la temperatura sea homogénea. Verifica que carne y arroz alcanzan calor suficiente en el centro.
Guía rápida para el consumidor
- Mira la **fecha de consumo preferente** y el lote.
- Transporta en bolsa térmica si haces recados largos.
- Calienta hasta que esté humeante, no tibio.
- No mezcles sobras frías con producto recién calentado.
- Recicla la tapa y el envase según indique el pictograma.
¿Qué viene ahora? Tres movimientos a vigilar
Más proteína vegetal con legumbres y tofu con marinados suaves. Platos “macro” equilibrados con **30% proteína**, **40% verduras** y **30% carbohidrato** en una sola bandeja. Y menús personalizados por aplicación, con calorías y alérgenos filtrados antes de llegar al mostrador.
El supermercado del futuro será también un lugar para **comer**, no solo para comprar.
Consejos prácticos para ahorrar y comer mejor con platos listos
- Planifica: combina un **principal preparado** con **ensalada fresca** y fruta para completar la ración.
- Compara el precio por 100 g. Evita pagar por envases voluminosos con poca comida.
- Compra raciones grandes si sois varios y reparte. Sale más barato por persona.
- Elige salsas aparte. Controlas grasa y sal.
- Alterna días de preparado con cocciones rápidas en casa: plancha, vapor, microondas.
Información adicional útil
Si sigues una pauta deportiva, busca bandejas con **20-30 g de proteína** por ración. Para personas mayores, prioriza texturas suaves y salsas ligeras. En familias con niños, lasañas y arroces funcionan bien, pero revisa la **sal** y acompaña con verdura.
Para controlar gasto, fija un presupuesto semanal en **comida preparada** y cúmplelo. Anota en el móvil qué opción te sacia más por euro gastado. Y reserva un día sin prisa para cocinar base: una olla de legumbres o un pollo al horno que luego mezcles con preparados. Esa combinación te da **variedad**, ahorro y menos estrés entre semana.


