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Todas las claves para vencer el agotamiento de ser mamá y que no te afecte el Síndrome de Burnout

por Luis Lozano ,
Todas las claves para vencer el agotamiento de ser mamá y que no te afecte el Síndrome de Burnout© Shutterstock/Nicoleta Ionescu

Enfrentar las tareas maternales podría ser excesivamente exhaustivo, física y emocionalmente, sin una guía que ayude a evitar los principales síntomas adversos.

Hoy 5 de mayo se celebra el Día de la Madre, y muchos se encuentran en preparativos para la celebración, incluyendo las mismas mamás, y aunque es un momento de festejo para ellas, es también un día agotador para muchas.

En la actualidad, hay madres que viven preocupadas por tener un comportamiento ejemplar en las tareas de maternidad, aunque la realidad nos dice que la mamá perfecta no existe. Aun sabiendo esto, a veces se presionan demasiado intentando llegar a la perfección, llevándolas al inevitable cansancio excesivo, tanto físico como mental, por lo que no es raro que acabemos sufriendo del Síndrome de Burnout o de agotamiento.

Este síndrome fue identificado por primera vez a finales de los años 60 para describir el agotamiento que experimentaban los oficiales de libertad condicional. Enfermeras, psicólogos y asistentes sociales también están entre las profesiones más susceptibles a este problema. Esta afectación se manifiesta por medio de una reacción del cuerpo después de pasar por un periodo de estrés emocional y físico de forma prolongada e intensa. Es una condición frecuente en aquellos que trabajan en situaciones de alta presión, como médicos y operadores de teléfono.

El inconveniente principal radica en que el Síndrome de Burnout ocasiona una serie de señales que pueden ser fácilmente malinterpretadas como otros trastornos. Puede además provocar manifestaciones psicosomáticas tales como trastornos gastrointestinales, migrañas, problemas para conciliar el sueño y agotamiento extremo. Asimismo, está acompañado de síntomas emocionales como desconexión afectiva, ansiedad, desánimo y susceptibilidad.

Debido a que los afectados por este síndrome experimentan una abrumadora sensación de fatiga y agobio, suelen también tener una profunda sensación de impotencia y desesperanza desde el momento en que se despiertan. Con el tiempo, si esta condición no es abordada, podrían acabar padeciendo anhedonia; en otras palabras, perderán la capacidad de experimentar placer.

El síndrome de Burnout y la maternidad

Una dedicación total, sin descanso, durante todas las horas del día y todos los días del año, es lo que implica ser madre. A esto se agrega que muchas mujeres también tienen empleo remunerado, mientras asumen la mayor parte de las responsabilidades domésticas. No obstante, con frecuencia, acabando de ordenar, se encuentran con que todo está sucio y desordenado al poco tiempo, lo que les provoca una profunda sensación de impotencia y desaliento que las lleva a cuestionar el valor y la importancia de sus esfuerzos.

Dado que muchas mujeres experimentan la presión de alcanzar la perfección en la maternidad, tal y como prevenir cualquier contratiempo y acompañar a sus hijos en todas sus actividades extracurriculares, expertos han concluido que este dilema ha cobrado mayor relevancia en tiempos recientes.

Este enfoque en la crianza, conocido como hiperpaternidad, intensifica aún más el cansancio y aumenta la carga de estrés, y se ha notado que las madres que sobreprotegen a sus hijos enfrentan un riesgo aumentado de desarrollar problemas emocionales como la depresión.

Por otro lado, el Síndrome de Burnout se nutre de la sensación de ausencia de dominio. Aunque desean salvaguardar a sus hijos, las madres con frecuencia se encuentran en circunstancias donde perciben una falta de capacidad. Desde una perspectiva emocional, esta percepción de incertidumbre acaba siendo sumamente agotadora.

Ya identificado el problema, se puede recurrir a varios métodos clave para vencer o incluso evitar este padecimiento.

En primer lugar, es importante que reserves tu propio tiempo personal, pues teniendo hijos, encontrar estos momentos puede ser complicado, y si no te comprometes, inevitablemente te descuidarás a ti misma. Por eso, no te olvides de apartar algunas horas para descansar y disfrutar de un libro, una película, salir con tu pareja o ir a comprar un vestido que te agrade.

Además, debes de organizar las labores diarias según su importancia. Enfócate en clasificarlas y da prioridad a aquellas que verdaderamente requieran atención inmediata. Si al concluir el día no has completado todas las actividades que tenías planeadas, no te estreses. No es imprescindible que seas una madre sobresaliente.

No te olvides también de adoptar un modo de vida más saludable. El agotamiento no solo afecta tu bienestar emocional, sino que también está influido por tus patrones de vida. Para mitigar el estrés es imprescindible realizar ejercicio regularmente, saber cómo emplear método de relajación y mantener una alimentación equilibrada.

En caso de que tus actividades te orillen a una situación difícil de controlar, es recomendable que solicites ayuda. Podrías considerar contratar ocasionalmente a una niñera para recibir ayuda extra. Además, contar con el respaldo de quienes te rodean, como tus amistades o pareja, resulta en una gran diferencia. Al distribuir las responsabilidades domésticas, dispondrás de más tiempo personal, te sentirás mejor y fortalecerás los lazos familiares.

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Luis Lozano
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