Si nos remontamos a la mitología greco-romana, ésta atribuye al rosa uno de los nacimientos más románticos de los dioses, el de Venus. Se dice que este color habría nacido de la dulce sonrisa de Cupido enviada a esta diosa. Podríamos decir entonces que se trata de la versión dulce de las llamas de la pasión, que normalmente son representadas por el rojo.
Se trata de uno de los colores más positivos que existen y lo comprobamos por ejemplo en la expresión: "ver la vida de color de rosa". El rosa ha sido un color emblemático para miles de marcas y elementos decorativos.
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¿Cómo dónde utilizar el color rosa?
El color rosa siempre se ha considerado un sinónimo de feminidad, sosiego, voluptuosidad y ternura. Lo solemos encontrar sobre todo en dormitorios siempre románticos y bucólicos. En los tonos primaverales y en la filosofía Feng Shui se utilizar como color principal para reconciliar a las parejas en crisis.
Asociado al verde almendra, el rosa fucsia dará un carácter contemporáneo a un cuarto de estar. De la misma manera, si se combina con el color kiwi o el frambuesa se conseguirá un efecto “goloso” en la cocina. El rosa girly o pastel será ideal para los cuartos de baño a los que se quiera dar un toque de camerino vintage. Es ideal para lugares oscuros y para dar calidez a habitaciones más frías.
Actualmente, el rosa ha ido tomando cada vez más protagonismo en las casas de mujeres independizadas, en despachos en casa para chicas o en rinconcitos de lectura o favoritos de la casa para las mujeres.
Por supuesto, deberemos tachar de nuestra lista de posibles combinaciones el amarillo o el azul, el mejor combinarlo con verdes o un color chocolate. Por supuesto, con colores neutros como el blanco o el gris, sobre todo para habitaciones infantiles de niñas para que se sientan como auténticas princesitas. Aunque por supuesto, tú siempre tienes la última palabra así que comienza a probar combinaciones y elige la perfecta para tu hogar.
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Un lugar cálido y tranquilo
El estilo romántico va unido de forma innata al color rosa. Normalmente los colores que se utilizan son los blancos o neutros pero siempre utilizando el color rosa para aportar detalles que completen el estilo decorativo de la habitación. Por ejemplo, el cabecero de la cama, el color de las paredes, las lámparas o en los textiles como los cojines y alfombras o las colchas y sábanas.
