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¿Cómo llevar una bajada de líbido?

por El equipo editorial ,
¿Cómo llevar una bajada de líbido?

En un principio, no te has dado cuenta de su ausencia pero notas que te falta algo... ¿Pero el qué? Tu libido. Existen medios para despertarla y sobre todo para comprender mejor por qué tu deseo está de capa caída. Explicaciones:

¡Tranquilízate!

Esta bajada o ausencia de ganas de hacer el amor no tiene que aterrorizarte. Es normal y no significa que hayas sacado un billete sin retorno para ‘Nosexland’ (la tierra sin sexo). Se trata a menudo de un pequeño momento crítico que le llega a la gran mayoría de las mujeres y en momentos bastante precisos de su existencia. Pero cuidado, es importante tratarlo para salir del círculo vicioso que podría instalarse. Lo ideal es identificar el origen de este pequeño barbecho para gestionarlo mejor y para encontrar soluciones adecuadas.

Un problema médico

Hay causas fisiológicas que pueden explicar esta bajada de la libido, por ello conviene que visites a tu médico de cabecera para que te haga un chequeo, gracias a él podrá descubrir un eventual problema de salud.

- Un desarreglo hormonal importante puede hacer caer la libido. Es importante consultar a tu médico que te tomará una muestra de sangre con el fin de identificar y restablecer todo desarreglo.

- La toma de la píldora también puede tener una incidencia sobre el deseo si la posología no es la correcta. En este caso, tu médico podrá corregir la dosis o bien cambiarte de anticonceptivo.

- Un tratamiento alopático: algunos medicamentos, como los antidepresivos, los tranquilizantes u otros tratamientos de medicamentos pueden explicar esta desgana. Muy a menudo, su simple interrupción, prescrita por supuesto por un profesional de la salud, permite que todo vuelva a la normalidad.

- Una depresión: auténtica enfermedad, se acompaña desgraciadamente muy a menudo de una pérdida de deseos, de cualquier ámbito. Y especialmente sexual. Puede estar provocada por un traumatismo emocional o llegar sola, sin una causa aparente. No hay que dejar que se instale, es importante decírselo rápidamente a tu médico que te dirigirá hacia unos buenos interlocutores con el fin de establecer un diagnóstico y la puesta en marcha de un seguimiento terapéutico.

A saber: la bajada de la libido no es sólo una consecuencia de la depresión sino que puede ser también uno de sus síntomas.

Factores psicológicos

- La fatiga, el estrés: son dos elementos claves que muy a menudo nos ocasionan pequeños disgustos en nuestra vida cotidiana. La solución es simple: tomarse las cosas con calma. Hay que ser paciente con esta bajada de libido y sobre todo con uno mismo. Hay que cuidarse, relativizar los orígenes del estrés, mimarse y no dejarse desbordar más. Y sobre todo ¡quitarse la culpa! El hecho de no tener ganas nos hace estresarnos más y el horrible círculo vicioso se pone en marcha. Lo mejor es concedernos un plazo de tiempo y establecer momentos para los mimos y las caricias que pueden hacer renacer nuestro deseo sexual. Dejamos a los niños con los abuelos, nos escapamos un fin de semana con nuestra pareja, nos desconectamos del mundo exterior...

- Un acontecimiento impactante: la pérdida de un empleo, la muerte de alguien cercano, un traslado o una ruptura amorosa... son muchos los factores que te hacen sentir tan sexi como el palo de una escoba. Estos desórdenes emocionales son causas suficientes para desconcertarnos y provocar la caída a toda velocidad de tu libido. No hay que asustarse, incluso con ello se aprende a aceptar que esta disminución del deseo forma parte del proceso post-traumático. Si ves que dura demasiado tiempo o si sientes que puedes caer en un estado depresivo, no dudes y consulta.

- Los trastornos en la pareja: si algunos encuentran excitantes los gritos y las provocaciones, para la mayoría de nosotras, las situaciones conflictivas hacen que se venga abajo todo deseo por el otro.

Los conflictos, las discusiones, los desacuerdos o incluso la confesión de un engaño terminan por dañar una relación y las ganas de acercarse físicamente. Por suerte, la mayoría de las fases de conflicto no son eternas. Intenta restablecer cierta calma entre tú y tu pareja, buscar momentos agradables para estar tranquilos y tratad de reestablecer el placer de estar juntos. Sin olvidar las ventajas de la famosa “reconciliación en la cama”... Y ¿quién sabe si vuestras tensiones venían quizá de esta ausencia de intimidad entre vosotros?

Recuerda: si los conflictos con tu pareja son graves y están demasiado anclados, una barita mágica no podrá solucionarlo todo. Piensa que quizá podéis someteros a una terapia de pareja.

- La mala imagen de una mismo: algunos kilos de más, un pelo que sobresale, una retirada forzosa del trabajo y te sentirás por los suelos. Una visión negativa sobre una misma mata totalmente las ganas de compartir momentos de intimidad con una persona que, sin embargo, no percibe estos pequeños defectos que a ti te paralizan.

¡Nos recuperamos! Dieta equilibrada, deporte, algunas compras, peluquería, esteticién. Nos ocupamos de nosotras con mimo y aceptamos los cumplidos que nos echan. ¡Nuestro amor propio remonta la pendiente y nuestra libido retoma el camino!

- El olvido: pasan los días, las semanas y, si no hubiera nadie para recordarte que todo es bueno y natural, no pensarías en ello más que de tiempo en tiempo. La ausencia de estímulo puede silenciar el deseo. Abrazos, caricias, lecturas pícaras, envíos de sms un poco calientes, en fin, ¡muévete! Deja que el deseo aumente poco a poco.

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¿Cómo manejar esta bajada en la pareja?

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