Los panettones y los pandoros se han ido introduciendo en nuestra cultura culinaria adquiriendo el protagonismo que merecen. Les caracateriza su interior hecho de tierno bizcocho, su suave aroma a limón, el relleno de frutas o pasas y las distintas formas tan características y originales que presentan. Se sirven en rebanadas gruesas y acompañados de vino dulce o asti spumante (parecido al que conocemos como vino moscatel).
Existen nuevas formas de prepararlos como por ejemplo, incluyendo en su capa interior crema o nata, para darle un sabor más especial si cabe. Si prefieres tomarlos a la hora de la merienda también son ideales porque son los compañeros perfectos para una buena taza de chocolate caliente.
Diferencias entre panettones y pandoros
Las diferencias entre estos dos tipos de postres son varias. Sobre todo en su elaboración y en su procedencia. El panettone proviene de la ciudad de Milán mientras que el pandoro proviene de los "panes de oro" que se servían a los nobles venecianos de Verona que incluso incorporaban láminas de oro como cobertura.
Actualmente su forma es de ocho puntas y con cobertura dorada, gracias al baño de huevo que se vierte por encima, recordando a la estrella fugaz que guía a los Reyes Magos... ¡El postre perfecto para la Navidad!
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