No es un secreto reconocer que muchos de los actores de Hollywood se afean, engordan y cambian su estética para resultar más convicentes. Charlize Theron en Monster, Nicole Kidman en Las Horas, Marion Cotillard para Édith Piaf o Javier Bardem en No es país para viejos... El último en incorporarse a la lista ha sido Ryan Gosling. A uno de los hombres más atractivos del mundo le han disfigurado la cara; por exigencias del guión, eso sí. Lo hace para su última película: Only God Forgives, donde interpreta a un frío y duro mafioso.
Un recurso que siempre llama la atención al jurado de los Oscar, que aún no ha tenido en cuenta su talento y valía como actor a la hora de otorgarle uno de los premios de la Academia.
En este último film, dirigido por Nicolas Winding Refn, Ryan interpreta el papel de un hombre que, tras asesinar a un policía, vive exiliado en Tailandia y donde Kristin Scott Thomas hace de madre de Ryan.
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El estreno está previsto para mayo de 2013 y no podemos esperar para ver al actor y músico canadiense en su faceta más "fea".
