Nadie es del todo famoso hasta que no consigue que el universo de los juguetes se fijen en ti. Y así es como grandes estrellas de la música, de la interpretación e incluso de la política aceptaron tener su propia Barbie.
Las niñas de medio mundo siguen enamoradas de esta particular muñeca. Pero, como el mundo evoluciona, la muñeca también ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos. Y así es como comenzaron a probar eso de inspirarse en un famoso para conseguir más ventas.
Son numerosos los artistas que cuentan con su propia muñeca. Algunos lo consiguen como acto promocional de alguna película, como pasó con Crepúsculo o Los juegos del hambre. Y otros lo logran gracias a su carrera de largo recorrido.
Jennifer Lopez, Nicki Minaj, Shakira, Beyoncé o Katy Perry son algunas de las nuevas musas que han logrado que su proyección sobre el escenario sirva para que se fijen en ellas.
Sin embargo, también algunos nombres del pasado han tenido su correspondiente muñeca. Diana Ross, Audrey Hepburn o Elizabeth Taylor tienen una gran colección a sus espaldas.
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Pero no sólo las mujeres cuentan con esta gran virtud. Si existía Ken, los hombres también tenían su hueco en las estanterías de las niñas. Así se hicieron los muñecos de James Dean, de Frank Sinatra e incluso de Elvis Presley.
