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Amor y desamor: ¿es posible ser amiga de nuestro ex?

por María Viéitez ,
Amor y desamor: ¿es posible ser amiga de nuestro ex?© GettyImages

Las relaciones con nuestros ex son a veces complicadas, y a menudo también difíciles de definir. ¿Cómo debemos comportarnos con una persona a la que hemos querido? ¿Es posible tener una buena relación con nuestras parejas después de una ruptura? Te contamos cuales son las reglas para conseguirlo.

No cabe duda de que después de una ruptura, nuestra vida cambia por completo. No solo cortamos la relación con una persona con la que estamos acostumbrados a vivir y convivir si no que, además, tenemos que acostumbrarnos a una rutina diferente, cambiar nuestros hábitos y aprender de nuevo a vivir solos. Pero, ¿es esto siempre así?

En ocasiones, y en función de cómo hayan sido la relación y la ruptura, el adiós no tiene por qué ser definitivo. Es común que algunas parejas que deciden terminar su relación de forma amistosa, después sigan manteniendo el contacto o incluso siendo amigos. Eso sí, para conseguirlo, se tienen que cumplir ciertos requisitos que garanticen que la relación post-ruptura sea sana y constructiva para ambos.

Video por Patricia Gonzalez

Los ex. Aunque casi se puede decir que lo hemos convertido en un sustantivo, la RAE lo define como un prefijo que significa "fuera o más allá con relación al espacio o al tiempo". Significa también "que fue y ha dejado de ser". Y sí, solo es un simple prefijo, pero cargado de un gran significado. Y estamos seguras de que aunque solo se trate de una simple palabra de dos letras, se te ha venido alguien a la cabeza. Porque, por suerte o por desgracia, las exparejas, los exnovios y las exnovias han capitalizado el significado de la palabra ex aunque por su significado más académico pertenecen al pasado, nos traen en el presente más comeduras de cabeza de las que nos gustaría.

¿Existe el ex ideal?

La ruptura ideal es aquella que no deja "heridos", es decir, aquella en la que ambas partes deciden de forma madura y razonada poner punto final a la relación. Que lo involucrados terminen su relación amorosa en estas condiciones, sin embargo, no tiene tanto que ver con los motivos por los que deciden romper, sino con que ambos, después de meditarlo, lleguen a la conclusión de que separarse es lo mejor para los dos.

Para que esto ocurra, lo ideal es que durante la relación ambos hayan sido buenos amigos y, además, es conveniente que no haya habido traiciones ni engaños de por medio. Aun así, esto no es conditio sine qua non para que los ex sean amigos, ya que, en algunos casos, se puede de perdonar y olvidar –pero de verdad. Pero por desgracia, este idílico plan no siempre puede hacerse realidad, ya que se requiere que las dos partes estén en el mismo punto en lo que a sentimientos se refiere y que, además, estén dispuestas y abiertas mantener a sus ahora exparejas en su vida.

Ambigüedad y malentendidos: aprende a tomar distancia

Cuando la ruptura es dolorosa para uno o para los dos por los motivos que sean –todavía os queréis, os habéis hecho daño, no es posible continuar con la relación por un motivo ajeno a vosotros–, la cosa se complica. En estos casos, lo más conveniente es poner fin a la relación y, después, distanciaros, aunque sea temporalmente. Y es que si al menos alguno de los dos sigue enamorado y la relación se ha roto en contra de sus deseos, es necesario que pase un tiempo consigo mismo para meditar y sanar sus heridas.

Por desgracia, la mayoría de las veces esto es más fácil de decir que de hacer. Si ha sido una relación de varios años y seria, es posible que compartáis el mismo apartamento, que trabajéis en el mismo sitio, que forméis parte del mismo grupo de amigos o que frecuentéis los mismos lugares. En estas circunstancias es normal que la falta del otro y el hecho de que volváis a veros, aunque sea de forma anecdótica, despierten las ganas de llamaros o volver a hacer cosas juntos.

Así, este tipo de encuentros y contactos esporádicos pueden generar situaciones en las que los sentimientos no parecen estar claros. Y la ambigüedad y la incertidumbre son sensaciones muy dolorosas cuando estamos en una situación de debilidad. Si se dan estas circunstancias, es posible que a alguno de los implicados se le complique la tarea de superar la ruptura y rehacer su vida, pero será aún más difícil si el otro involucrado, su ex, es capaz de hacerlo. En estos casos, tomar distancia y dedicarse tiempo a uno mismo también es fundamental para superar la separación y acostumbrarse al cambio.

También es posible que se dé el caso de que uno de los miembros de la relación, el que lleva mejor la ruptura, alimente esta ambigüedad, ya sea de forma consciente o inconsciente. Esto puede ocurrir bien porque, aunque no lo sepa, todavía tiene sentimientos amorosos hacia su ex, bien porque la sensación de sentir que el otro todavía le quiere es aduladora y tranquilizadora. Si eres tú la perjudicada o perjudicado, te recomendamos que pongas las cartas sobre la mesa y, si es necesario, aclares la situación con tu expareja. El no saber si la otra persona te sigue queriendo o, simplemente, está jugando con tus sentimientos, puede ser un trance muy doloroso que difícilmente acabará bien. Si tenéis la oportunidad de aclarar juntos vuestros sentimientos, averiguaréis si vuestros problemas tienen solución y podéis volver a estar juntos o si, por el contrario, lo mejor para los dos es que estéis separados.

Si finalmente tomáis la decisión de separaros y tu todavía quieres a esa persona, trata de pensar que siempre es positivo conocer personas nuevas y tener contacto con gente distinta. Si, de otra manera, eres tú quien ha salido mejor parada de la relación, trata de ser siempre clara con tu expareja.

¿Y si mi ex conoce a alguien más?

Eres muy amiga de tu ex y te enteras de que sale de nuevo con alguien pero, extrañamente, esta noticia no te gusta. Así que empiezas a pensar que todavía sientes algo por él o por ella. No te preocupes: estos sentimientos son naturales y es normal que ver a tu expareja con otra persona es doloroso o, cuanto menos, extraño, porque simboliza que vuestra relación ha terminado definitivamente. Por eso, es normal que tu orgullo sufra. Pero tranquila, esto también pasará.

Si embargo, y aunque puedes permitirte estar algo resentida, debes saber que si realmente quieres mantener la amistad con él o con ella, es improtante que cambies tu actitud y aprender a tomar distancia. También debes tener en mente que una vez terminada la relación, no tienes derecho a juzgar ni mucho menos intervenir en sus relaciones personales, presentes o futuras. Así que si crees que pueden surgirte dudas o sentimientos negativos al respecto, toma distancia. Al igual que tú, tu ex está en su derecho de rehacer su vida y no es justo que su nueva pareja se sienta amenazada.

Si a pesar de que tu ex rehaga su vida quieres mantenerle o mantenerla cerca de ti, trata de construir una relación de amistad donde todos salgáis beneficiados. Pero si esto te aparece misión imposible, pregúntate por qué. ¿Sigues enamorada o simplemente te vuelve a interesar porque ya no estáis juntos? Sea cual sea la respuesta a esta pregunta, trata de razonar e introspeccionarte para averiguar cuál es el origen de tus sentimientos y no tomes ninguna decisión cuando estés confusa.

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Ser amiga de tu ex, ¿posible o imposible?

María Viéitez
Periodista
María es redactora digital y de contenidos de actualidad en enfemenino, y tiene claro que la comunicación es lo suyo. Seducida por la lectura, la escritura y las ganas de …
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