Dejamos atrás los trazos gruesos y marcados, para dar lugar a esta apuesta por la naturalidad, que trabaja sobre la línea de agua (la zona interna entre las pestañas y el ojo) para levantar la mirada sin que parezca que llevas maquillaje. ¡Te contamos todo a continuación!
¿En qué consiste el tightlining?
Aquí la clave está en usar un lápiz cremoso, una sombra en gel o un kohl suave en las mucosas superiores e inferiores. El color negro es el gran favorito por su efecto intenso (y porque lo lleva Bella Hadid en Cannes), pero tonos como marrón oscuro o incluso borgoña también están ganando mucha popularidad por su acabado natural.
Eso sí, no es tan fácil como parece: esta área es delicada y propensa al lagrimeo. Por eso, es muy importante utilizar un producto de larga duración y resistente al agua. Según TikTok, uno de los más recomendados es el Tattoo Studio de Maybelline, que no se corre ni se transfiere.
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¿Por qué estamos dejando de usar el eyeliner clásico?
El eyeliner está siendo sustituido por otras técnicas que juegan con la estructura natural del ojo, y el tightlining es su mejor alternativa. Mientras el delineador a veces endurece la expresión o achica el ojo, este método consigue realzar y abrir la mirada con un acabado limpio y casi imperceptible.
Este verano, menos será más. Y si todavía no lo has probado, puede que el tightlining sea tu nuevo mejor aliado.