Tenemos la solución: ¡Los autobronceadores! Estos productos son cremas que aportan un toque de color a las capas superficiales de tu piel, dando una sensación de bronceado natural.
Esta forma de bronceado artificial es fenomenal porque puedes estar morena todo el año y, además, es muy económica y menos agresiva que otros métodos de bronceado como los rayos uva.
Consejos para que el bronceado quede perfecto
A la hora de aplicarte cualquier crema bronceadora procura hidratarte mucho la piel, ya que estas cremas tienden a secarla. Además, es conveniente que previamente te hayas exfoliado la piel para que, al aplicar el autobronceador, no se queden marcas o irregularidades.
Las partes del cuerpo que más exhibimos son los brazos, las piernas y el escote; en especial si llevas un vestido de fiesta. Para aplicarte la crema en el cuerpo empieza siempre desde los pies a la cabeza para evitar que estropees aquellas zonas en las que ya te has echado la crema. Además, debes tener especial cuidado con las rodillas y los codos, que son zonas con muchas arrugas y si te extiendes mal la crema ¡se notará!
Una vez que te hayas echado el autobronceador espera 30 minutos para vestirte y, al menos, una hora para ducharte. Si la crema no está seca mancharás la ropa que te pongas, aunque tranquila, ¡esas manchas se quitan con facilidad!
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Para broncearte la cara te recomendamos que utilices una crema diferente a la del cuerpo, porque las características y necesidades de la piel del rostro son diferentes. Si no sabes qué autobronceador elegir te recomendamos el Brozing Beauty de Lancaster, por 24,50€; el autobronceador de Sephora, por 28€; o el de Dior por 40€.
