Con la llegada de las fiestas y la navidad llega el momento de decidir qué regalamos y, en este sentido… ¿a quién no le gusta estrenar zapatos? Sin embargo, aunque a todos nos encanta que nos regalen esos zapatos de fiesta, esas deportivas o esas botas que llevábamos tanto tiempo queriendo tener, cuando se trata de comprar calzado para otra persona, corremos riesgos tanto de fallar en el modelo, en el caso de no tener claro que le gustaría a esa persona, como de fallar en la talla, pues no estará allí para poder probárselos antes de comprarlos.
En este sentido, para asegurarnos de que estaremos acertando, lo ideal es dar con un calzado que sea cómodo, de calidad y que encaje con el gusto de la persona a la que le estamos regalando. No obstante, podemos tener también en cuenta las últimas tendencias, así como la versatilidad del calzado, es decir, que pueda ponerse fácilmente y nos dé juego para combinarlo. Así, nos aseguraremos de que la persona podrá darles un mayor uso.
Aunque esto dependerá de gustos personales, pues, al fin y al cabo, cada persona es completamente diferente, y deberemos confiar en el grado de conocimiento que tenemos de dicha persona. Igualmente, a no ser que nos hayan pedido un modelo concreto, siempre correremos riesgos de no acertar en los gustos. Sin embargo, no podemos fallar en la comodidad del calzado y su calidad para asegurar que nuestros seres queridos no correrán mayores riesgos a sufrir cualquier tipo de problema en la salud de sus pies por haberles regalado unos zapatos inapropiados.
Por ello, hay ciertas cuestiones que debemos tener en cuenta antes de regalar cualquier calzado:
- Como lo más importante en un zapato es que sea de la talla correcta para que se adapte correctamente y permita la libertad de movimientos, debemos tener muy clara la talla de la persona a la que le vamos a regalar el calzado. No obstante, como dependiendo del modelo la medida puede variar, aunque lo ideal sería llevar otros zapatos de dicha persona para poder comparar, siempre deberemos pedir el ticket regalo para que, en el caso de que no le queden perfectamente, puedan ir a posterior a cambiar la talla. Al fin y al cabo, como se trata de un regalo, no es tan malo no acertar con la talla como no acertar con el modelo, pues, si solo es un cambio de talla, el precio no variará.
- La calidad del calzado es esencial, por lo que siempre es importante que no nos estemos fijando solo en el precio. Además, se pueden encontrar muy buenos calzados por precios muy asequibles, no debemos relacionar siempre lo bueno a lo caro. En este sentido, cabe destacar que es muy favorable que el calzado cuente con refuerzos, principalmente en la puntera y los talones. También es beneficioso que nos cubra los talones sin oprimirlos, es decir, protegiendo los maléolos pero dejando libertad de movimiento a los tobillos. Además, este tipo de calzado, más tipo botín o bota, nos aportará una mayor protección del frío en estas fechas donde las temperaturas empiezan a ser cada vez más bajas. Esto también nos permitirá estar asegurándonos de que tiene una buena sujeción que agarre bien el pie y evite que se hagan esfuerzos extra.
- Una de las cuestiones principales para asegurar que se trata de un buen calzado es que sea de materiales naturales, para una mejor transpiración. Además, debemos comprobar que no cuente con costuras por dentro que puedan ser molestas, por lo que es preferible que comprobemos su calidad metiendo la mano por dentro y palpándolo.
- Es cierto que, cuando se trata de un regalo, nos suele gustar que sea algo más especial, como zapatos de fiesta, pues, cuando es una compra realizada por nosotros mismos, preferimos gastar el dinero en cosas más prácticas. No obstante, como es importante prestar especial importancia a la comodidad, aunque lo ideal es que el zapato sea plano, si estamos seguros de que queremos regalar algo de tacón para que sea “más festivo”, lo mejor es que sea un tacón medio, de unos 7 cm, para que sea equilibrado y no tengan demasiada altura. Además, debemos intentar que el tacón sea lo más ancho posible, para una mayor estabilidad.
- Fijarnos en la suela, pues cuanto más gorda sea mejor. Además, debemos tener en cuenta que sea flexible, y también antideslizante. Por otro lado, debemos considerar que si tiene algún tipo de relieve contará con un mayor agarre, pues con suelas demasiado lisas corremos mucho más riesgo de sufrir posibles resbalones, especialmente ahora que va a comenzar la época de heladas y la calle estará mucho más resbaladiza.
En definitiva, prestando atención a estas cuestiones, independientemente de que acertemos o no con el modelo, al menos, estaremos asegurando que hemos regalado un buen calzado que no causará daños. En este sentido, a la hora de entregar nuestro regalo, deberemos insistir para, por un lado, asegurarnos de que les queda correctamente y, por otro, de que en el caso de que el zapato no se adapte a la perfección, la persona a la que le estamos regalando no tendrá reparos en decírnoslo.
No debemos olvidar que siempre podemos cambiar la talla o, en su defecto el modelo, pero nunca deberemos permitir estar regalando un calzado que pueda perjudicar a su dueño por no estar adaptándose a la perfección a su persona en concreto.
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Artículo elaborado en colaboración con Juan Carlos Montero Arroyo Vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA
