Algunos platos como la pasta, el arroz o las patatas son básicos en muchos menús del día a día por lo fácil y rápida que es su preparación. Sin embargo, son muchas personas quienes tratan de evitar este tipo de manjares debido a su contenido en carbohidratos.
Pero, si te declaras fan de la pasta y no quieres renunciar a ella, quédate leyendo esto. El Dr. Karan Rajan, cirujano del sistema de salud británico (NHS), desvela una forma de cambiar nuestra manera de preparar estos alimentos que podría reducir su impacto calórico. ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
Cocinar, enfriar y recalentar
La clave está en un proceso que transforma el almidón tan característico en este tipo de alimentos. Tal y como explica el Dr. Rajan, cocinar la pasta de forma recurrente, dejarla enfriar completamente (preferiblemente en el refrigerador durante varias horas), y luego recalentarla antes de comerla, ayuda a que el almidón se convierta en lo que se conoce como “almidón resistente”.
Este tipo de almidón no se digiere fácilmente en el intestino delgado, lo que implica que el cuerpo absorbe menos calorías. Además, recalentar la pasta sin volver a hervirla mantiene esa estructura modificada.
Menos calorías y más beneficios para la salud
El almidón resistente no solo ayuda a reducir la carga calórica, sino que también alarga la sensación de saciedad, lo que puede evitar picoteos entre comidas, y también ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre después de comer. Esto resulta muy útil para quienes padecen diabetes o quieren evitar subidas bruscas de glucosa.
Otro beneficio es su función como prebiótico: alimenta las bacterias beneficiosas del intestino, favoreciendo una flora intestinal saludable y mejorando la digestión. Incluso ayuda a fortalecer el sistema inmune y reduce la inflamación.
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Otros consejos para aplicar esta técnica
Para lograr resultados exitosos, se recomienda usar pasta integral o semi integral, ya que contiene más fibra y nutrientes. Después de cocinarla y enfriarla, puede volverse a calentar en sartén o microondas, si la combinas con ingredientes saludables como verduras, aceite de oliva o proteínas magras.
Eso sí, es necesario no volver a hervir la pasta después del enfriamiento, ya que eso revertiría el cambio del almidón.