Con la época de Géminis en pleno auge, este signo de aire —a menudo malentendido— merece ser reivindicado. Aunque algunos lo tilden de inestable o superficial, Géminis brilla por su agilidad mental, su sociabilidad y su capacidad de adaptación. Siempre curioso y con ganas de aprender, es uno de los signos más diferentes del zodiaco. Su energía influye sobre todo durante las primeras semanas de junio.
Un mes marcado por lunas y solsticios
El mes de junio también está cargado de eventos astronómicos: la Luna Llena de Fresa llega el 11 de junio, seguida de una Luna Nueva en Cáncer el día 25. Y no solo eso: el solsticio de verano llegará el 21 de junio, inaugurando oficialmente el inicio de esta temporada. Además, a finales de mes tendremos la Luna con Mercurio en Cáncer, que también traerá movimientos emocionales y nuevos puntos de vista para varios signos.
Virgo y Capricornio: los signos de tierra que encuentran armonía
En estos días, algunos de los signos más afortunados serán: Virgo y Capricornio. Para Virgo, la entrada de Venus en Tauro el 6 de junio activa un sector muy favorable de su carta astral, vinculado al placer, el bienestar y los viajes. Es un momento ideal para impulsar relaciones, reconectar con amistades e incluso, para los solteros, abrirse a un nuevo romance.
Capricornio también sentirá el efecto positivo de Venus en Tauro. Este tránsito activa un área relacionada con la creatividad, los hijos y las expresiones emocionales. Es un momento ideal para disfrutar de la familia, abrirse emocionalmente y explorar ideas nuevas.
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Leo también será uno de los grandes afortunados
Leo es otro de los signos que cuentan con numerosos beneficios sobre todo del cielo astrológico actual. Con varios planetas viajando por Géminis, se activa una zona para Leo vinculada a la cooperación, los proyectos colectivos y el trabajo en equipo.
Esta semana es ideal para progresar en ideas compartidas, confiar en el apoyo de los demás e impulsar alianzas. Aunque Leo suele tener una naturaleza autosuficiente, estos días invitan a no ir solo. Estar rodeado y nutrirse de las fortalezas del entorno será su mejor baza.
