Amante de los sonidos clásicos como Bowie, Dylan o los Stones, se sirve de sus 17 años en el mundo de la música para crear un disco de canciones cotidianas y reflexivas. Ante todo, es un disco sincero, sencillo y directo al corazón. Es un ejercicio de pop-rock que se basa en la efectiva fórmula guitarras-bajo-batería (y, en alguna ocasión, teclado), sin más pretensiones que la naturalidad y la emoción sincera.
Está producido por el mismo Rubén Pozo y Juan de Dios, productor también de grupos tan conocidos como Amaral o De Luxe. La banda que acompaña al artista son vecinos de su barrio, músicos a los que conoce de toda la vida y admira. Joe Eceiza es el segundo guitarrista, Álvaro Lucini toca el bajo y David Rico es el batería y además, Juan de Dios se ha ocupado del teclado cuando ha sido necesario.
La mayor parte del disco está grabada en directo por lo que estamos ante un disco que busca la familiaridad, la frescura y la cercanía. ¡Disfruta del videoclip de Pegatina, su primer single!
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