Cada verano vemos cómo Galicia cambia la intensidad de sus tonos azules y verdes y la grandiosidad de su paisaje por la vorágine de llamas. Este año, las altas temperaturas y la falta de humedad, poco propias de la comunidad gallega en un mes de octubre, ha hecho que el drama de las llamas llegue al otoño. Así, solo en la jornada de ayer se contabilizaron hasta 132 incendios activos, la mayor parte de ellos en la parte sur de la provincia de Pontevedra.
Las llamas se han cobrado ya la vida de cuatro personas: dos mujeres que iban en una caravana que se vio envuelta por las llamas cerca de la localidad de Nigrán (Pontevedra), un hombre que intentaba salvar su ganado del incendio en Carballeda de Avia (Orense) y otro varón al que se le ha desplomado encima un muro en Vigo mientras intentaba acabar con el fuego.
Según las fuentes oficiales, habría 15 focos aún activos que amenazan núcleos de población que, por seguridad, han tenido que ser desalojados.
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Además de las pérdidas humanas, se calcula que los múltiples incendios de los últimos días han arrasado ya más de 5.000 hectáreas. Sería una cifra aproximada, ya que las fuertes rachas de viento del huracán Ofelia, que ha afectado Irlanda, aviva las llamas y dificulta su extinción. Por fortuna, el pronóstico del tiempo anuncia lluvias en el noroeste del país, lo que podría ayudar a acabar con las llamas.
Además de Galicia, numerosos puntos de Asturias y el norte de Portugal han sufrido y continúan sufriendo la devastación de las llamas durante estos días. Lo más dramático de esta situación es que, como ocurre en la mayoría de ocasiones en las que arden nuestras zonas forestales, todo apunta a que se trata de incendios provocados.
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Desde enfemenino queremos mandar toda nuestra fuerza a esa tierra maravillosa que es Galicia y a sus gentes. Mucho ánimo también a los valientes que se enfrentan a las llamas e intentan detener su avance. Y, por supuesto, nuestro rechazo más absoluto a los desalmados que acaban con el paraíso verde de nuestro país.
