Este tatuaje, que significa "La vida y la muerte están determinadas por el destino, rango y riqueza decretado por el cielo", fue la declaración más mística que aportó el futbolista en una jornada de lo más física. Y es que Beckham sufrió una divertida caída sobre el terreno de juego cuando iba a mostrar sus habilidades con el balón a los estudiantes.
A pesar de su tropiezo, David no perdió la sonrisa en ningún momento. Sin embargo, seguramente aprendió que el traje no es la mejor opción para dar unos toques al balón. El guapo inglés iba perfecto (¿Y cuándo no?) con un traje gris combinado con una camisa clara y unos zapatos negros.
Las imágenes de su traspiés ya están dando la vuelta al mundo, pero tenemos que reconocer que a nosotras ese lapsus de torpeza nos hace quererle un poco más. ¡Si al final resultará que va a ser humano!
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