Artículo elaborado por Juan Carlos Montero Vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA
El calzado se puede convertir en nuestro mejor aliado, pero también en nuestro mayor enemigo, sobre todo, en estos meses en los que el calor, que tanto aprieta, nos incita a frecuentar playas, piscinas e incluso varias zonas públicas con altos niveles de humedad. Además, durante esta temporada tendemos a realizar otro tipo de actividades que requieren de calzados mucho más específicos.
Por lo tanto, es importante que tomemos conciencia de la importancia de escoger el calzado más adecuado en verano, pues de este modo, podremos evitar potenciales patologías y problemas que, con el tiempo pueden acarrear consecuencias mucho más nocivas para nuestra salud. Es por ello, que desde COPOMA queremos que conozcas las claves del calzado más apropiado de cara a estos calurosos meses que nos aguardan:
- Es muy importante evitar que nuestros pies suden en exceso, para ello, lo más recomendable es que el calzado por el que nos decantemos sea transpirable a la vez que abierto. Además, debemos huir de materiales que no sean naturales, como por ejemplo, el plástico. En cambio, otros como la piel, permiten que nuestro pie se adapte con mayor facilidad al calzado.
- Un calzado con la suela demasiado plana y estrecha va a provocar que tanto los pies como las zonas cercanas a los gemelos no ejerzan un movimiento natural al iniciar la marcha. De esta manera, la tensión se empezará a concentrar provocando una fascitis plantar. No obstante, además de tener en cuenta el grosor de la suela también debemos decantarnos por aquel zapato que sea flexible, pero que no se le pueda retorcer en exceso.
Debemos aportar estabilidad y sujeción a nuestra pisada, para evitar lesiones en las articulaciones. Por lo tanto, escoger un calzado acordonado o que cuente con refuerzos debe ser nuestra primera opción. Por otro lado, la comodidad también impera en esta elección, por ello, un zapato acolchado debe prevalecer.
En estos días de verano, en los que las cenas a la luz de la luna empiezan a cobrar relevancia, solemos escoger zapatos con algo de tacón como complemento que armonice nuestras veladas, pero no todo vale. Un zapato plano tanto uno excesivamente alto pueden provocar problemas en nuestra pisada.
Por ello, debemos considerar el ancho del tacón así como su altura, 3-4 cm es el alto adecuado para que nuestros pies no sufran ninguna consecuencia. Del mismo modo, debemos huir de los tacones de aguja pues no tienen punto de sujeción alguno y estaremos alterando nuestra pisada abriendo las puertas a lesiones que pueden desencadenar en problemas mucho más graves que requieran de intervenciones.
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Para concluir, cabe decir que, en estos meses el uso de chanclas debe reducirse a actividades muy concretas de playas, piscinas o de zonas húmedas. En su justa medida, es el calzado más adecuado para frecuentar estos lugares que albergan tantas y tantas infecciones, con el fin de prevenir verrugas plantares o papilomas.
No obstante, contar con la opinión experta de los profesionales de la podología es fundamental para prevenir cualquier tipo de alteración que, por falta de información, pueden acarrear estos meses de verano, la elección de un calzado inadecuado o una carencia de cuidados de nuestros pies, al tratarse de una de las zonas del cuerpo más olvidadas por todos.
