Estamos más que acostumbradas a llevar una férrea rutina de limpieza facial para eliminar a diario todos los restos de maquillaje e impurezas que la contaminación deposita en nuestra piel. ¿Por qué entonces nos conformamos con limpiar nuestro cabello con cualquier champú si él también está expuesto a las agresiones externas? De hecho, la exposición a la polución en concreto, es mucho mayor para nuestra melena que para nuestro rostro, pues la superficie de exposición es mayor, y el cabello no cuenta con los mecanismos de defensa que si tenemos en la dermis. Así, las partículas contaminantes se depositan en cada una de las fibras capilares, añadiendo peso y aspereza y provocando puntas abiertas, ausencia de brillo y fragilidad. ¿Cómo purificar y revitalizar el cabello entonces? Eligiendo bien nuestros productos de cuidado e higiene.
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